Qué mejor que salir campeón en su cancha y ante uno de los mejores equipos del país y a su vez tomarse revancha de la final perdida en la temporada pasada. Qué mejor que tener a uno de los mejores basquetbolistas de la Liga y que te defina los partidos. Para los jugadores e hinchas de Peñarol nada mejor.
En este marco, con garra, corazón, entrega, pero también con frialdad en los momentos finales, el conjunto de Sergio Hernández se consagró campeón del Súper 8, el torneo que le sigue a la Liga Nacional en el orden de importancia y calidad. Y como si estuviera tocado por la varita mágica, Leonardo Gutiérrez otra vez sale campeón con un club distinto. Esta vez, el equipo de Garay y Santiago del Estero se dio el gusto de tenerlo en su plantel y observar como con todo su esplendor le regaló el título a los cerca de 4000 Milrayitas que se acercaron este domingo por la noche al Polideportivo, en la victoria 74 a 67 sobre Atenas de Córdoba.
El primer cuarto arrancó con Sebastián Rodríguez letal desde todos los sectores de la cancha. Con sus siete puntos, Peñarol comenzó a estar mejor en el juego, secundado por Leo Gutiérrez (6) y Jones (3). Pese a proponer en el arranque a jugar rápido, el Milrayitas falló desde la línea de triples (1 de 6). Desde el otro lado, Lo Grippo (6) se las arregló solo para contrarrestar las ofensivas locales. Después, contó con la ayuda de Andre Laws que se asentó en la campo y aportó importantes siete unidades para que el Griego termine ganando el primer parcial 19 a 18.
En el segundo, los marplatenses empezaron a jugar con los internos (Leiva y Reinick) que fueron determinantes en el arranque. Un triple de Leo estableció un parcial favorable de 11 a 2 (32 a 24), Loterio no lo soportó y pidió minuto. A todo esto, era una fiesta el Polideportivo. Sin embargo, el ala-pívot visitante (6 puntos) se encargo junto con Romero (4), que entró muy bien desde el banco, de poner al frente del marcador al equipo cordobés (32 a 31). Como consecuencia, el final del período no cambio de dueño: 38 a 35.
En el tercer segmento, los de Sergio Hernández salieron picantes a la cancha, sobretodo Leo que metió ocho puntos. Los acompañamientos ofensivos de Mata (5) y Tato (4), más el buen ingreso de Campazzo, le permitieron a Peña asentarse en el campo de juego. Pero digno de una final, la visita no se dio por vencida y fue por el descuento. Locatelli (silbado en algunos momentos a pesar de tener un gratificante recuerdo en la institución) y Laws, con cinco y seis puntos cada uno, respectivamente, impusieron un parcial de 7 a 0 e igualaron en 55. Y sobre la chichara reapareció el jugador estrella y encestó un doble para el 57-55 favorable a Peña.
En el último cuarto, el local empezó no atacando claro y pese a estar arriba por cuatro puntos sufrió la embestida cordobesa y pasó a perder por uno con menos de dos minutos por jugar. Pero Gutiérrez aportó dos libres que le devolvieron la ventaja.
Con ambos conjuntos buscando el juego interno, Atenas descuidó a Marcos Mata y clavó un triple clave frente al canasto. Cuando los de Loterio quedaron en penalización, Leo y Campazzo fueron a la línea y no fallaron. Para el final, con el marcador 72 a 67, Lo Grippo tiró tres libres y los falló a los tres. En ese instante fue cuando se acabó todo. A partir de ahí toda una locura en el Polideportivo. Con los jugadores saltando y abrazándose, con el cuerpo técnico eufórico por el triunfo y con Leo Gutiérrez saludando uno por uno a sus colegas cordobeses, se terminó la quinta edición del Sùper 8. Ahora, a cuatro días de Navidad, Peñarol ya tiene Copa para celebrar.
Síntesis:
Peñarol _ 74
Sebastián Rodríguez 12; Mike Jones 8; Marcos Mata 8; Leonardo Gutiérrez 27y Martín Leiva 7 [FI] Sebastián Vega 1; Alejandro Diez 0; Facundo Campazzo 7y Alejandro Reinick 4.
DT: Sergio Hernández
Atenas (Cba) _ 67
Juan Pablo Figueroa (x) 0; Andre Laws 18; Juan Manuel Locatelli 15; Diego Lo Grippo 17 y Djibril Kanté 4 [FI] Diego Osella 2; Cristian Romero (x) 8 y Juan Pablo Cantero 3.
DT: Alejandro Loterio.
Parciales: 18-19/ 35-38/ 57-55.
Árbitros: Pablo Estévez; Diego Rougier y Juan Fernández.
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas, MdP.
Por Maxi Ibáñez
maxiba@mdphoy.com