Cuenta la historia que la primera presentación de una murga uruguaya en la Argentina se remonta a 1964 cuando viajó una delegación de Directores Asociados de Espectáculos Carnavalescos Populares (DAECPU). No obstante a partir de la década del 90 fue cuando la murga se instaló definitivamente en el gusto del público nacional y de todas las agrupaciones que llegaron, fue Falta y resto la que alcanzó mayor popularidad.
Esto ocurrió a caballo de algunas bandas de rock como Bersuit y Los piojos que sumaron en su sonido un estilo rioplatense que no dejó de lado lo murguero. Aunque ya soltando la mano, hoy no se precisa esa ayuda, los uruguayos se valen por sí solos. Y una nueva visita de Falta y resto a la ciudad lo confirman: este martes a las 21 actuarán en Abbey road -Juan B. Justo 620-.
En esta ocasión, la agrupación presentará El cuplé, un recorrido de dos horas por el humor y la sátira de los couplet, hasta la crítica y la emoción. Ningún ingrediente queda afuera de su actuación porque la murga es eso, la capacidad de poder burlarse del dolor sin negarlo, pero tratando de señalar su absurdo. El componente social y político es fundamental.
Como señalan los Falta y resto “la murga también es memoria” y por lo tanto a través de sus canciones y puestas en escena, se puede hacer un recorrido por hechos políticos, sociales y deportivos de Uruguay y del mundo. Un entretenimiento que habilita el pensamiento y que además tiene la doble función de entretener tanto a los grandes como a los chicos con su colorido y su ritmo.