Carta de Lectores

¿Y a quién pretendían que llamara?

audio-policias-Dock-sud_CLAVID20140915_0001_34Desde unos días atrás viene siendo repetido hasta el cansancio por los medios de información el hecho de que una camarada de nuestra fuerza cumpliendo funciones en una importante comisaría como es la de Dock Sud, en el partido de Avellaneda, y encontrándose sola en la dependencia donde además se alojaban una treintena de detenidos, al escuchar ruidos en los techos realizó un llamado al 911 pidiendo apoyo. Como cosa curiosa y en la generalidad de los casos hasta en tono de broma titularon la nota en las distintas variaciones de “la policía llama en auxilio a la policía”, como si la noticia realmente se constituyera por el solo hecho del llamado.

Bien sabemos del decadente desempeño que en materia informativa viene sufriendo el periodismo nacional, carente cada vez mas de verdaderos profesionales de tan importante tarea y convertido en divulgador de noticias vacías, chismes varios, movileros a los que hasta se les dificulta el dominio del idioma y que generalmente se largan a opinar sobre cualquier tema de oportunidad por más que fuera la primera vez que escucharon hablar del mismo, cuando no en el mismo estudio y ante la asistencia de algún verdadero profesional del asunto que pretendería tratarse, la presencia y actuación de los opinólogos e interrumpidos de carrera se ocupan de que el entrevistado no pueda desarrollar nada ni explicar aquello para lo que fue convocado ya que todos sabemos “el tiempo es tirano” y por lo tanto finaliza la entrevista sin cumplir ningún otro objetivo que dejar a todo el mundo más confundido que antes.

El ejemplo citado en el primer párrafo es solo una muestra más de lo que vemos y escuchamos todos los días, la noticia verdadera, aquella en la cual debería haber puesto su atención el periodismo es la verdadera causa del hecho, la escasez de personal, de recursos en general, la mentira oficial y por sobre todas las cosas EL TREMENDO ESFUERZO QUE REALIZA EL PERSONAL POLICIAL DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES PARA MEDIANAMENTE CUMPLIR CON SU DEBER, como lo hizo la Oficial Principal que dejaron sola en la dependencia y que sin embargo no se acobardo e hizo lo que tenía que hacer, o sea estar atenta y ante los ruidos en los techos pedir apoyo a otra dependencia policial.

Ninguno de estas cuestiones tan importantes cuando se habla de la seguridad de la población es citada, o si se hace es muy a la pasada, por los medios de prensa que repitieron la noticia, no hubo entrevistas a funcionarios políticos, partidos que ya comienzan a disputarse los cargos del año próximo, ni a policías retirados, verdades profesionales independientes en la materia, solamente una corta entrevista al responsable departamental de la zona que en una pobrísima exposición justificó la situación, pero le faltó el coraje suficiente para decir lo que se espera que un jefe diga si cree que merece los distintivos que luce sobre los hombres, que no tiene el personal ni los recursos suficientes y que el personal va mucho más allá del cumplimiento de sus obligaciones naturales trabajando en esas condiciones para que todavía, la sociedad, y el gobierno lo consideren menos que un trabajador ya que ni el derecho constitucional de sindicalización se les niega. Siempre hemos dicho que la conducción va mucho más allá de portar los distintivos del cargo, comprende también la defensa y protección de los subalternos y subordinados.

La situación ocurrida en Avellaneda no es nueva, siempre se ha trabajado como se ha podido y más allá del esfuerzo lógico que pondría cualquier otro trabajador, y seguramente seguirá ocurriendo mientras que las políticas de seguridad pasen mas por desvestir un santo para vestir otro como ha ocurrido con el personal afectado a los “novedosos” comandos de patrullas en desmedro de las dotaciones de comisarías, en las cuales para colmo alojan nuevamente detenidos.

Por último y regresando al título de esta nota cabe bien preguntarles, ¿y a quién pretendía que llamara la oficial?, ya que seguramente ni el Ejército de Salvación, ni los Niños Exploradores, ni la Secretaría de Defensa al Consumidor, ni nadie más que no fuera policía podría darle el apoyo que necesitaba, eso es además lo lógico y natural, lo que siempre se ha hecho incluso en los motines de presos y otras cuestiones que lo hagan necesario. A lo mejor llegará el día en que tantos “especialistas” que a diario vemos opinando en los medios sobre temas policiales, salvo uno que ya no aparece, además de la crítica ácida por el desempeño policial por la facilidad de que sus integrantes no pueden defenderse, algún día se ocupen con un poco de seriedad también de las causales que ha llevado a la sociedad argentina a la inseguridad en la que hoy se encuentra.

Miguel Ángel Reynoso

Secretario General – APROPOBA

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