El empresario Eduardo Wassi logró durante una década acompañar a Florencio Randazzo en su crecimiento político como una sombra detrás de las licitaciones. Sin fotos. Sin aparecer en los medios. Y sin descuidar el ascenso de su fortuna. Hasta ahora, sólo es conocido en los círculos más estrechos del kirchnerismo, donde lo llaman “Randazzito”.
De la mano del poder político, su principal empresa, Dinatech, se convirtió en una de las principales proveedoras de Hewlett Packard. Ganó contratos y licitaciones en distintos ministerios por casi $ 134 millones entre 2010 y 2013. Pero eso es sólo lo que está publicado en el Boletín Oficial. PERFIL pudo comprobar que el Estado no informó todo lo facturado por la empresa. Un documento de un organismo de la ONU, que prestó financiamiento para planes de gobierno, demuestra que sólo en 2011 facturó más de US$ 16,8 millones por contratos con el Estado.
En diez años, el patrimonio neto de Dinatech creció 1.024 veces. Pasó de $ 75.593 a superar los $ 77,4 millones. Las ganancias se multiplicaron 2.645 veces.
De la nada, Eduardo Wassi y su hermano Edgardo, oriundos de Junín, se convirtieron en proveedores del Estado bonaerense y luego de Nación. En mayo de 2003, Wassi fundó la empresa de informática La Nueva Alternativa SA e inmediatamente ganó dos contratos con los ministerios de Seguridad y Justicia provincial. Allí Wassi conoció a Lourdes Giménez, contadora encargada de los números y las compras. La mujer sería un personaje clave en la historia del empresario y el ministro.
Al año siguiente, los hermanos ingresaron en Dinatech. Ese 2004, la empresa ganó un contrato con la Anses y dos con la Justicia bonaerense que le representaron el 83% de las ventas declaradas ese año.
Randazzo y Wassi se conocieron durante una licitación en la que Dinatech se presentó como proveedora de HP, confiaron muy cerca del empresario. Para entonces, Lourdes Giménez se había transformado en una funcionaria de extrema confianza de Randazzo.
La mayoría de los contratos adjudicados a Dinatech en el Ministerio de Gobierno bonaerense, a cargo de Randazzo entre 2003 y 2007, fueron aprobados por Lourdes, pero hay varios que llevaron la firma de Randazzo, como la contratación directa firmada el 3 de septiembre de 2007 por casi $ 2,5 millones por 60 kits informáticos para montar las terminales municipales del Sistema Interconectado Provincias para la Emisión de Licencias de Conducir. Randazzo anticipó el 50% de ese monto para financiar a Dinatech y le pagó el resto tras la entrega de los equipos. Estableció que la contratación tenía la “posibilidad de ampliación hasta el 100%”. Todavía era ministro de Felipe Solá en la gobernación. Pero ya se consolidaba un sistema de negocios.
Dinatech llegó a facturar alrededor de $ 14 millones en la provincia. Cuando Randazzo llegó al Ministerio del Interior replicó y masificó los negocios que le había dado a Dinatech en la provincia. La encargada del área contable y las contrataciones seguía siendo Lourdes. En 2012, Randazzo la nombró subsecretaria de Coordinación del Ministerio.
Wassi quiso continuar en forma paralela con los negocios bonaerenses durante la gestión de Daniel Scioli. Pero la provincia estatizó los servicios que brindaba y perdió contratos que había logrado. Desde entonces, el ministro tiene un enfrentamiento irremediable con Scioli.
Randazzo no es el único político que benefició a Wassi. El empresario también creció a la par de Amado Boudou, con quien el ministro cortó relaciones tras el caso Ciccone. Gracias a Amado, Dinatech se convirtió en proveedora de la Anses, donde el actual vice era gerente de Presupuesto y Gestión.
En 2010, Randazzo le adjudicó una licitación por más de $ 17,4 millones en la Dirección Nacional de Migraciones. Es uno de los pocos contratos de la empresa con Interior que se publicaron. Y ni siquiera aparece a nombre del Ministerio, sino de la Unops, el programa de la ONU que le pagó más de US$ 16,8 millones a Dinatech en 2011.
Randazzo eligió a Wassi para la instalación de terminales y centros de atención del nuevo DNI y pasaporte. Eso incluye parte del equipamiento, camionetas para la toma de trámites y el soporte general de los shoppings de Capital y Gran Buenos Aires. Dinatech se especializada en el Piso Tecnológico, la plataforma de conexión entre todas las dependencias del Ministerio. También tiene el call center y las carteleras informáticas del Sarmiento. Detrás de las camionetas con radares del Ministerio del Interior que pueden verse en las rutas, también hay negocios de Wassi.
En la Anses, el gran salto de Dinatech fue con el plan Conectar Igualdad. En lo que va del año, ya cobró $ 38 millones por el servicio técnico de las notebooks. Esa cifra nunca había sido dada a conocer hasta hoy. En 2011, ganó una parte de la licitación del Piso Tecnológico del plan por $ 87,7 millones para hacer lo mismo que viene realizando con Randazzo. Además, Dinatech se asoció a NEC Argentina, que provee gran parte de las notebooks.
Cuando PERFIL se comunicó con la Anses y el Ministerio de Interior, las estrategias de comunicación fueron opuestas. El organismo a cargo de Diego Bossio se esforzó por demostrar en cuestión de horas que Dinatech no había sido especialmente favorecida por la Anses, buscó licitaciones e informó lo que no estaba publicado.
Interior, en cambio, se negó a responder cuánto dinero desembolsó Randazzo a Dinatech. Este diario le avisó el viernes a las 13. Tenían dos días para buscar esa información. Dijeron que necesitaban una semana. Aunque Randazzo es el hombre que toma las decisiones, los contratos están descentralizados en distintas áreas, como Migraciones, Registro de las Personas, Vialidad, etc. Aseguraron que todas las licitaciones fueron hechas en el marco de la ley y que Wassi es un proveedor más.
PERFIL preguntó si Wassi era allegado a Bossio y a Randazzo. Ambos organismos lo negaron. En Interior aclaró un vocero: “Ya veo por dónde va la nota. Van a decir que Dinatech es de Randazzo”. PERFIL nunca había sugerido eso.
PERFIL pidió una entrevista con Wassi el martes. Wassi contestó el miércoles y pidió una prórroga. Adujo que viajaba esa misma noche. Finalmente, la entrevista se realizó por teléfono. “Yo sé que me van a matar. Mátenme con dulzura”, pidió. Cuando se le preguntó por sus vínculos con Randazzo y Bossio, dijo que no los vio más de tres veces en su vida. “Pero la empresa es mía y de mi hermano”, subrayó. El empresario dijo que empezó con unos ahorros y que hoy tiene 500 empleados. “Somos una empresa seria”, remató.
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