El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, dijo en octubre que en noviembre habría vuelos a Tandil y Olavarría. Sin embargo, no será en noviembre, y tampoco en 2024. La triangulación Buenos Aires, Olavarría y Tandil podría entrar en funcionamiento en los primeros meses del año que viene, aunque la fecha y su modalidad dependen de cuestiones ajenas a la empresa que estará a cargo del servicio.
Francisco Simón Errecart es el joven CEO de la firma Humming Airways y en una entrevista con El Eco de Tandil dio algunas precisiones sobre la puesta en marcha de la ruta comercial. Por caso, adelantó que la próxima semana se iniciará una preventa, aunque de momento no se sabe cuándo comenzarán los vuelos ni qué tipo de aviones llegarán a Tandil, con posible cambio de avión en Olavarría.
Tandil ya tuvo experiencias previas de vuelos comerciales que no funcionaron. Según Simón Errecart, hubo elecciones equivocadas de aerolíneas, se erró en el armado de las rutas o tampoco se contó con un esquema financiero adecuado. Tomando esas experiencias, desde Humming Airways creen que se puede poner en funcionamiento un servicio viable.
“La necesidad está”, opinó sobre la implementación de la conectividad aérea. Es que Tandil es “una ciudad con mucho desarrollo, mucha industria y mucho turismo”. “Que una ciudad como Tandil no tenga conexión aérea, me parece errado”, completó.
Para la ruta Buenos Aires, Olavarría y Tandil se utilizarían aviones para 19 pasajeros. De arranque, serían dos frecuencias semanales. “Vamos a iniciar con operaciones los lunes y viernes por la mañana, arrancando 6.30, pensado para la persona que va, trabaja la semana y vuelve el fin de semana”. Según Simón Errecart, la idea de la empresa es ir “de menos a más, según la demanda”. Los valores se conocerían también la próxima semana, junto con la preventa de los pasajes.
Aunque aparecen problemas. Los aviones Metroliner de 19 pasajeros no podrían llegar hoy a Tandil, tal como está el aeropuerto. Si bien el aeropuerto cuenta con toda la infraestructura y comodidades para recibir vuelos comerciales, la pista debe ser repavimentada. Por eso, los tiempos dependen de qué suceda con el aeropuerto. “A nosotros nos parece una locura que no esté pavimentada la pista”, afirmó.
“Estamos esperando si se va a hacer o no la repavimentación de la pista de Tandil. Si no, opción B”, aclaró. Esa opción B podría ser cambiar de avión en Olavarría y llegar a Tandil en un avión más pequeño. O viajar en avión hasta Olavarría y desde allí conexión por tierra a Tandil.
“Tenemos ganas de arrancar lo antes posible”, dijo Simón Errecart en otro pasaje de la charla con El Eco, y aseguró que una vez que arranquen las operaciones, la empresa garantizará un año de operaciones, para brindar previsibilidad. Dicen que cuentan con el “respaldo financiero”.
Sobre los puestos de trabajo que podría generar en Tandil, enumeró unos pocos: por ejemplo, concesionarios dentro del aeropuerto, un lugar “para comer algo”, o servicios de taxi o remís. A propósito, también planteó la necesidad de que se pavimente el acceso al aeropuerto, “es una locura como está.
Eso sí, a modo de cierre, y a tono con los tiempos que se viven, Simón Errecart dejó claro que es un proyecto privado planteado sin subsidio y sin apoyo financiero del Estado. “No queremos eso, es 100% financiación privada, capital privado. No necesitamos ni queremos apoyo público”. (DIB) GML