Como si no existiera. Artemio López encuestador que goza del abrigo de La Rosada, no tuvo dudas en considerar como inexistente, la presunción de Aimé Boudou como aspirante a la intendencia de Mar del Plata. Pero hubo aproximaciones cuando el destino no estaba asegurado.
A la cancha. Con su estilo muy peculiar, lejos de un clásico ministro de Economía (es el único al que le sobra plata desde 1810 y manotea recursos de las ANSES, PAMI, AFJP y Reservas del BCRA), Boudou tuvo un guiño que lo acompaña desde su llegada a la cartera económica. CFK lo tiene entre sus preferidos y mantiene prolongados encuentros personales con la presidenta, privilegio con el que no cuentan otros ministros.
Inesperado competidor. La oferta kirchnerista en Capital Federal tiene como objetivo, destronar al ingeniero Mauricio Macri, o a quien intente sucederlo. Fue la propia Cristina quien le dio la bendición, con dos virtudes excluyentes, ha sido leal al proyecto nacional y popular de los K y tiene una muy buena inserción en muchas capas de la sociedad, además es un winner con el padrón del sexo femenino, condición nada despreciable a la hora de contar los votos.
La influencia en el pago chico. Boudou, desestimada como propia la expedición marplatense, piensa ampliar su radio de acción y desembarcar con algún auspicio en nuestras arenas. Además de CFK, otro marplatense Hugo Moyano, metió baza en la candidatura. Ambos leen con frecuencia y están permanentemente al tanto de los mentideros políticos marplatenses.
Como marcar el rumbo. Impensados aliados y dueños de un margen de maniobra envidiable, Boudou y Moyano le habrían prometido a Cristina, llegar con un candidato propio, que esté desprendido del Scioli dual y sus prolongaciones, como el intendente Gustavo Pulti, a quien la señora presidenta nunca lo tuvo entre sus mohines. “No termina de asimilarlo, es cómo que le cae pesado, indigerible” dicen en el entorno presidencial. Feeling cero de CFK con GAP.
Crecer a las sombras. Inesperadamente este nuevo escenario podría impulsar y consolidar su pretensión de ser elegido, como el candidato de un espacio, que supo acompañar desde la presidencia del HCD. Hizo lo imposible para convivir con el difícil carácter de Gustavo Pulti, y su personal forma de conducir. El arquitecto Marcelo Artime, siempre guardó su aspiración de ser un heredero natural. Pero el parto sería forzado, con otros inductores; si leyó bien Artime podría ser el elegido de Moyano y Boudou que extenderían su sociedad a Mar del Plata.
Lo que sobra es audacia. El Frente Para la Victoria y la candidatura presidencial K, no tiene un correlato confiable en Mar del Plata. A Pulti lo han adornado como “carro para el corso”,pero su derrotero está atado al devenir del gobernador, que tiene entre ceja y ceja la presidencia de la Nación. Pulti es un incondicional punto de referencia en esa hoja de ruta, que nada tiene que ver con lo que piensan Moyano y Boudou y los K, enrolados en la versión ultra junto a “Néstor Siempre”.
Sobran aspiraciones y faltan candidatos. Chepi, Segarra y Rodríguez sumaron gente de la cooperativas de trabajo, y llenaron para el manduque, pero “entre todos no hacen un candidato serio” dijeron los que siempre van para chusmear. Artime no mide bien, no tiene estatura electoral acorde a su cargo, inexplicablemente. Su historia política lo dejó en la orilla y debe sobrevivir, por si el barco se termina de hundir. No debería resultar extraño, que un rayo ilumine algún dedo con capacidad de digitar.
A esta altura nadie come vidrios. En el Frente Para La Victoria, saben muy bien que necesitan candidato y que las listas hay que cerrarlas con números que den, el justicialismo tiene un ámbito demasiado adverso en la historia de las elecciones. Para aprender a caminar hay que dar el primer paso. ¿Alguien imaginaba una sociedad política de Hugo y Aimé? con la complicidad política de CFK, para competir con Filmus y Tomada.
Y pasando en limpio. Los laboratorios políticos están haciendo horas extras en vacaciones, es decir trabajan y cobran al 400 %. A ver; Artime es un Acción Marplatense crítico, no un obsecuente de Pulti. Más de uno se pone un municipio de sombrero si no sabe escuchar. Artime mantuvo y mantiene un buen diálogo con muchos sectores del peronismo. Si no existiere un mandato superior y superador Artime nunca enfrentaría a Pulti, prefiere “ser un continuador de un intendente exitoso y no la cabeza de un proyecto en estado embrionario”, dicen en su entorno. El presidente del Concejo Deliberante no forma parte de la corte de adulones de Scioli, y está mucho más conteste a las convicciones de Cristina.
Lo que resta o lo que viene. A nadie se le escapará que a la sociedad Moyano, Boudou y Cristina no le faltarán recursos y aparato para la campaña, si pretenden imponer un candidato. ¿Alguien podía imaginar que el camionero y el disc jockey armarían una dupla, que puede ser competitiva? El “Hugo” es un “pianta votos” y “Aimé” tiene un raro concepto de cómo y a quién golpea la inflación, que sigue escondiendo en el IndeK. La política es el arte de lo posible, hay que proyectar y saber cómo será el proceso de desgaste político municipal, en los próximos diez meses, de un seguro convulsionado escenario electoral del 2011 que apenas ha consumido 48 horas.