Luego de Plaza Once, Beatriz Arza, se volvió mediática. Nunca lo había logrado hasta la tragedia. ¿A qué se dedica? La ciudad es una mugre. ¿Es viable una Defensoría del Pueblo muy cara por su inoperancia? O la señal política es mantener la boca cerrada, para preservarse.
Un desastre la sacó a la cancha. Se supo más o menos quién es y cómo piensa la doctora Beatriz Arza. Defensora del Pueblo de Mar del Plata y dependiente del Concejo Deliberante, es una demostración de la apatía, desinterés y falta de compromiso de todas las partes. Y sino veamos, Arza se mostró activa por una convocatoria de sus pares de toda la provincia, a raíz de la tragedia anunciada del ex Ferrocarril Sarmiento.
No hay plata para los maestros. Los legisladores nacionales se aumentaron el 150 % sus emolumentos y viáticos, no hay plata para los maestros que ya han acumulado más días de paro que de clases. Sin embargo Arza, ahora es nota de la televisión y de diarios digitales, sorpresivamente ganó en la instalación mediática y tuvo que salir a justificar su sueldo.
Lejos de las vías y los vagones. Arza durante su mandato ignoró lo que venía ocurriendo con los trenes de Plaza Constitución – Mar del Plata – Plaza Constitución. Trenes que se quedaban en el medio del campo de noche, de día, sin agua, sin vidrios, sin agua, ancianos, embarazadas, niños. Gélidas y tórridas temperaturas, pungas, atrasos siderales, vías en mal estado, todo a cargo de pasajeros que no podían ni acceder a la devolución del valor del pasaje, luego de todos esos vejámenes.
¿Por qué será? Los defensores del pueblo viven del peculio público, no cobran como lo maestros y trabajan menos que los legisladores beneficiados por Boudou y Domínguez (para que no haya ladrones ni coimeros). Ahora el órgano de control de Arza, Felices y Azcona es el Concejo Deliberante, que tiene mayoría automática que responde a Gustavo Pulti.
El silencio es salud. Tal vez sepan que no tienen que sacar los pies del plato, para no perder sin beneficios, es decir no tienen que molestar políticamente al oficialismo. Las roñosas calles de Mar del Plata, con la basura pegada en la calle Rivadavia, cada vez más gente y niños durmiendo en la calle, alarmante inseguridad ciudadana, intrusos de espacios públicos, falta de alumbrado público, el tránsito caótico, los lugares de estacionamiento invadidos, servicios de salud y educación que no se cumplen etc. etc. no son motivos de su gestión.
Será temor al poder mediático. Hicieron falta 51 muertos en Plaza Miserere, para que Arza mueva, ahora faltan que muevan los concejales, por si hace falta mover a alguien. Sino parece que nos están tomando el pelo, tanto en el oficialismo como en la oposición. La burocracia en su máxima expresión, sueldos importantes, poco trabajo, asistencia administrativa, estructuras de teléfonos y transporte. Existe un manejo político de estos funcionarios, que si de algo hay que estar seguro, es que no son defensores del pueblo, la institución que creó el concejal Pulti a su imagen y semejanza.