A medida que avanza la investigación puede comprometerse el futuro de Florencio Aldrey Iglesias y sus tres sobrinas, Dolores, Lourdes y Matilde Noya Aldrey, debido a que representan el mayor número de integrantes de una familia, que tuvieron el privilegio de acceder a la aplicación de vacunas Sputnik V, con el correspondiente certificado y con fechas para inocularse con la segunda dosis.
Hoy su calidad de protagonistas del hecho, que indignó a la sociedad argentina en su totalidad, ha merecido una condena social, ética y moral ya que han ignorado las más básicas razones humanitarias.
Se considera necesario ir hasta las últimas consecuencias, para conocer cuáles han sido las razones por las cuales los mencionados rompiendo la regla “de una vacuna es una vida”, cuando en el país ya se han registrado más de 10.000 fallecimiento desde el comienzo de la vacunación.
Ya ha sido citada Beatriz Sarlo por declaraciones periodísticas, y sería de rigor judicial hacerlo con Florencio Aldrey Iglesias y sus tres sobrinas, ya que han sido directamente beneficiadas tras una selectiva lista, que causó sorpresa por la divulgación que hiciera Horacio Verbitsky, quien destapó la olla que provocó un tsunami político sobre el oficialismo.
El fiscal federal Eduardo Taiano amplió las imputaciones en la investigación por el “vacunatorio VIP” que funcionó en el Ministerio de Salud, y pidió que declare como testigo Beatriz Sarlo.
Según señalaron a NA fuentes judiciales, las imputaciones alcanzaron ahora al ex secretario privado de González García, Marcelo Guille, y ex subsecretario de Gestión de Servicios e Institutos del Ministerio de Salud, Alejandro Collia.
Ambos habían sido señalados por el director del Hospital Posadas, Alberto Maceira, como quienes le dijeron que debía ir a vacunar personas al edificio de Salud por orden de González García.
En el marco de la causa, Taiano ya había imputado al ex ministro de Salud y a su sobrino y ex jefe de Gabinete de la cartera sanitaria, Lisandro Bonelli.
Además, la Justicia allanó la sede del Ministerio, para obtener información e imágenes de las cámaras de seguridad.
Según la declaración testimonial de Maceira, Guille y Collia fueron quienes lo llamaron para que fuera a inocular a diez personas al Ministerio de Salud por orden directa del entonces ministro.
“Ahora bien, teniendo en cuenta las circunstancias señaladas por los denunciantes y los elementos probatorios colectados, delimitaré el objeto procesal de la pesquisa a las vacunaciones irregulares llevadas a cabo con dosis de Sputnik V, asignadas al Hospital Nacional Posadas“, explicó Taiano en el escrito que presentó ante la jueza María Eugenia Capuchetti al que tuvo acceso NA.
La investigación apunta a determinar si “personas que no cumplían con los criterios de prioridad epidemiológicos y el esquema de etapas previamente establecidos, y/o en los formularios pertinentes consignaron una categoría falsa de trabajadores sanitarios, habrían sido inoculadas en la institución médica referida, el Ministerio de Salud de la Nación y domicilios particulares”.
“Dichas inmunizaciones se habrían efectuado en virtud de las órdenes impartidas por el exministro Ginés González García y ejecutadas por los funcionarios Lisandro Emilio Bonelli, Alejandro Federico Collia y Marcelo Ariel Guillé”, detalló el fiscal.
Taiano pidió al Ministerio de Salud que informe los teléfonos particulares y funcionales del ex ministro, de Bonelli y de los nuevos imputados.
En paralelo, reclamó a distintas empresas telefónicas conocer los llamados entrantes y salientes entre el 29 de diciembre y los últimos días.
También pidió que sea citada a declarar como testigo la escritora Beatriz Sarlo, quien dijo en medios periodísticos que le hicieron llegar la oferta para vacunarse contra el Covid-19.
Por último, solicitó que el Hospital Posadas aporte las imágenes de las cámaras de seguridad entre el 1 y 19 de febrero pasado, ya que una gran porción de vacunados VIP fue en ese lugar.