Laura Ubfal, de ella se trata aseguró que el éxito de Antonio Gasalla, “Más respeto que soy tu madre”, desató un serio disgusto entre los responsables de emitir su mejor juicio, sobre la totalidad de las obras que se exhiben en la rica temporada teatral.
No se podía esperar otra derivación, cuando la política se metió en las cuestiones del arte, y pretendió convertir a los jurados en meros instrumentos de decisiones ajenas, algo realmente inaceptable.
Pero más allá, que se han violado elementales normas éticas, para este tipo de nominaciones y premiaciones, también inquieta las “sugerencias” que se deslizan, siempre con la misma tendencia, favorecer ciertas producciones y salas teatrales vinculadas a empresario hotelero/periodístico.
Además de las tentativas de inducción hacia ciertos votos, las molestias radican en el tráfico de información a autoridades políticas, a las cuales se las expone indebidamente, o bien son las que dirigen las operaciones. Hay informantes que reportan a personajes de influencia en la ciudad, captan la información y luego la distribuyen en los oídos que las quieren escuchar. Lo que en la jerga policial se denomina como los buchones. De las mismas que participan activamente personeros que no forman parte del jurado, pero se cotizan manteniendo informados a los círculos del poder.
Es evidente que los programas y los protagonistas de los espectáculos, han degradado la actividad y la profesión a límites inimaginables, y cinco minutos de pantalla sirven para firmar autógrafos, salir en una foto y gozar del conocimiento del público. La mayoría de ellos a los pocos meses son protagonistas de hechos policiales y/o judiciales.
Los votos que se han emitido, son de dudosa procedencia, los periodistas que componen eljurado y provienen de Capital Federal, (llegaron en la última semana) no observaron la totalidad de las obras ni mucho menos, con lo cual queda absolutamente claro, que no existió el menor rigor profesional para premiar y nominar.
Muy posiblemente Antonio Gasalla, sea el máximo galardonado por su obra “Más respeto que soy tu madre”, por su éxito en boleterías, pero fundamentalmente por la calidad que el público reconoce desde hace años, que se corona en la realidad con un masiva concurrencia a uno de los espectáculos más caros de la temporada.
Detrás de la escena, en esta ocasión de los premios Estrella de Mar, existe verdaderos disparates, imposiciones y órdenes que se trató de imponer a los jurados con la aplicación de la obediencia debida, como en la más oscura etapa del Proceso de Reorganización Nacional.
Una vez más han querido convertir a Mar del Plata, a través de sus periodistas en “partenaires” de objetivos comerciales y empresariales.
Hay quienes reaccionaron con la dignidad que los caracteriza y como corresponde, contestando con su renuncia.
Jorge Elías Gómez
jgomez@mdphoy.com