MADRID (DPA).- Muchas personas tienen que tomar estatinas para reducir sus niveles de colesterol. Pero las estatinas podrían hacer aún más. Investigadores alemanes han publicado un estudio en la revista científica Clinical and Translational Medicine que muestra que estos fármacos inhiben un gen que favorece la metástasis de las células cancerosas.
Los pacientes con cáncer rara vez mueren por el tumor primario, si no por las metástasis, incluso después de haber sido operados con éxito del tumor. Esto se debe a que las células cancerosas a veces se extienden a otras partes del cuerpo al principio de la enfermedad, cuando el tumor es todavía muy pequeño y puede que ni siquiera se haya descubierto aún. Para ello deben desprenderse de la matriz extracelular y migrar a los vasos linfáticos o sanguíneos vecinos que las transportan a nuevos tejidos, donde se asientan y proliferan.
La comprensión de los mecanismos moleculares de la metástasis es, por tanto, una pieza clave del rompecabezas de la lucha contra el cáncer. Hace más de diez años, estos investigadores lograron descubrir un importante motor de este proceso en el cáncer colorrectal humano: el gen asociado a la metástasis en el cáncer de colon 1 (MACC1).
Cuando las células cancerosas expresan MACC1, aumenta su capacidad para proliferar, desplazarse por el cuerpo e invadir otros tejidos. “Muchos tipos de cáncer se propagan solo en pacientes con alta expresión de MACC1?, explica uno de los líderes de la investigación, Ulrike Stein.
El papel de MACC1 como factor clave y biomarcador del crecimiento tumoral y la metástasis -no solo en el cáncer colorrectal, sino en más de 20 tumores sólidos como el gástrico, el de hígado y el de mama- ha sido estudiado desde entonces por muchos otros investigadores de todo el mundo y confirmado en más de 300 publicaciones.
Ahora, estos investigadores han descubierto lo que podría interrumpir la progresión metastásica en estos casos: Las estatinas, que se prescriben como medicamentos para reducir el colesterol, inhiben la expresión de MACC1 en las células tumorales.
En su búsqueda de inhibidores de MACC1, los investigadores realizaron un cribado de fármacos de alto rendimiento con sus colegas del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) de Heidelberg (Alemania). De forma independiente, dieron con las estatinas. Probaron este descubrimiento en varias líneas celulares tumorales, con resultados favorables: los siete fármacos probados redujeron la expresión de MACC1 en las células, pero en distintos grados.
A continuación, los científicos administraron los inhibidores del colesterol a ratones modificados genéticamente con una mayor expresión de MACC1. Esto suprimió casi por completo la formación de tumores y metástasis en los animales. “Lo que es particularmente notable es que los beneficios continuaron en los animales incluso después de que redujéramos la dosis en relación con la cantidad que los humanos normalmente ingieren”, dice Stein.
Los investigadores también examinaron los datos de un total de 300.000 pacientes a los que se les habían recetado estatinas. Este análisis encontró una correlación. “Los pacientes que tomaban estatinas tenían solo la mitad de incidencia de cáncer en comparación con la población general”, explican.
Stein desaconseja tomar estatinas como medida preventiva sin consultar a un médico y hacer que se controlen los niveles de lípidos, para asegurarse de que no se produzcan efectos secundarios graves. “Todavía estamos en los inicios. Las líneas celulares y los ratones no son seres humanos, por lo que no podemos trasladar directamente los resultados”, subraya el científico.