Más allá que el director de Transporte, Claudio Cambareri, había garantizado que las empresas de transporte público de colectivos incrementarían sus frecuencias este domingo, las quejas de los usuarios respecto a demoras y las largas colas desmienten el anuncio oficial.
Como ocurre habitualmente en cada acto eleccionario, los votantes son los que tienen que pagar el pato de la boda y el boleto obvio, más allá de la gratuidad declamada por demagógicas iniciativas legislativas.
Los reclamos se multiplican en las diferentes redes sociales por esperas, inclusive mayor a 30 minutos, no solo en barrios sino en la zona céntrica de la ciudad.
No es un detalle menor en detrimento de los ciudadanos, obligados a cumplir con un deber cívico, las largas distancias que separan sus domicilios de los centros de votación otro hecho folclórico del acervo comicial.
No pasan a horario los dia de semana un domingo olvidate