Entre los clásicos de un director con muchas películas icónicas, tal vez La naranja mecánica sea la más recordada de Stanley Kubrick: un film que en su momento fue un hito a la hora de mostrar la violencia en la sociedad y que hoy se mantiene como una película con fuerza y vigor. Esta será la propuesta de hoy en el ciclo Pochoclo mental, que se exhibe en la Sala Payró (Boulevard Marítimo 2380) desde las 19.
Otros dos elementos fundamentales de la película son el personaje de Alex y la actuación de Malcolm McDowell, en un tour de force impresionante. No sólo hay una lectura del personaje sino una apuesta física al llevarlo a los límites de su propia locura. Un joven que tiene como hobby salir a realizar cualquier tipo de desmán, y que cae en las manos de un plan del Gobierno.
En su momento, La naranja mecánica fue una película polémica: sobre todo por su alta cuota de violencia, que no sólo se podía leer a partir de lo que era explícito sino del subtexto que esa misma violencia dejaba entrever. Actualmente cuando una película hace referencia a temáticas similares, esta obra de Kubirck es una referencia ineludible.
Plagada de momentos operísticos, y de hecho estructurada con los tiempos de una obra de cámara, esta película forma parte junto a 2001: odisea del espacio y El resplandor del trío de films más recordados del director británico, quien lograba trasvolar todas sus obsesiones formales a sus películas, convirtiéndolas en verdaderas experiencias.