“Es mi deseo expresar algunas reflexiones en relación a lo que constituye un verdadero “jubileo” de días no laborables.
Cuando concluye este año se habrán concretado once fines de semana largos, de lo que se colige que el 20 % del total de los fines de semana tendrá esa característica.
La inclinación argentina de agregar feriados puede decirse que va por el camino opuesto de otros países que no han dudado , justamente en reducir los días no laborables para afrontar la crisis en las que están inmersos. Nadie duda que es importante favorecer al turismo – como se blasona al “fabricar” esos dilatados feriados, pero ello no debería hacerse en desmedro de otras actividades productivas sumando además una menor cantidad de clases y obviamente comprometiendo aún más el calendario escolar muchas veces vapuleado por conflictos gremiales.
Turno para atención médica, audiencia de juicio y trámites administrativos entre otras actividades que requieren cumplimiento y programación se ven seriamente afectados por el mencionado jubileo”.
Por otra parte, el corrimiento de las fechas patrias en aras de un pretendido incremento turístico, desnaturaliza nuestra historia y desdibuja a aún más el sentido nacional de aquellas recordaciones.
No es halagüeño que se admitan y otorguen feriados por el mero hecho de agradar al pueblo. Estas medidas no reparan los “rebotes” adversos que provocan, y que, por lo tanto no contribuyen a profundizar la cultura del trabajo, la importancia del esfuerzo y al apego de las buenas costumbres republicanas”,
Eduardo Souessia
DNI 4.122.871
Pasa que los días ociosos, de feriados, etc., para quienes reciben al turismo representan trabajo. Así que no son tan “ociosos”.