En sólo 20 días Coto transformó la circulación de una avenida de 7,5 kilómetros de extensión, modificando la traza vial de la zona por excelencia de barrios privados, campos deportivos y un mega complejo de atracciones turísticas.
Se estima que la asistencia desde la inauguración es el equivalente a llenar diez Ríver – Boca en el Monumental de Núñez, hasta el próximo 31 de diciembre. La avidez del público ha desbordado la capacidad de estructura y logística de la gobernación de la Provincia de Buenos Aires y por supuesto de la Municipalidad de General Pueyrredon.
El éxito de Coto ha superado las expectativas de su directorio y personal jerárquico, que no esperaban este fenómeno de repercusión no sólo en la ciudad, sino que ha desplazado a vecinos localidades cercanas, con la intención de satisfacer sus necesidades de consumo para estas fiestas que están en plena celebración.
De manera paralela hoy en varios medios de comunicación se han dado a conocer las dificultades que está atravesando la cadena de supermercados Toledo para otorgar un bono de fin de año para sus trabajadores, que había sido comprometido.
No se descarta que el gobierno provincial, asista de alguna manera a la tradicional firma comercial, que está diseminada por todo el partido de General Pueyrredon. Ya durante el gobierno de Scioli logró ayuda en función de que no caigan fuentes de trabajo.
Subsidios podríamos llamarle que rigieron en algunas épocas direccionados a sostener los empleados y no provocar una crisis de tipo social. Ese era un modelo utilizado para Mar del Plata. Hoy diríamos que los recursos “partirían de la nuestra”, en esta nueva fisonomía que impacta en la economía nacional.