Porque durante el paréntesis de la competencia, el énfasis estará puesto en continuar fortaleciendo los otros fundamentos de Buenos Aires Unidos. El deporte social, el desarrollo, la difusión, la capacitación. Se implementarán diferentes estrategias para permitir que la semilla sembrada en estos ocho meses de pertenencia en Mar del Plata.
El director ejecutivo del proyecto, Jorge Rapaport, el entrenador Waldo Kantor y tres de los jugadores más representativos del plantel, Marcos Milinkovic, Ihosvany Hernández y Sebastián Firpo, desarrollaron una extensa y muy constructiva charla con representantes de diferentes medios de comunicación de la ciudad, en instalaciones del Hotel-Spa República.
Porque, si bien los periodistas efectuaron numerosas consultas, también la reunión tuvo un enriquecedor intercambio de opiniones. Una señal inequívoca, ratificada luego por los propios involucrados, de que ya se está trabajando con miras a la próxima temporada. Remarcándose que las cosas se hicieron muy bien, pero, si es esto posible, se intentarán hacer todavía mejor. Y esto significa, literalmente, que no habrá que esperar hasta el próximo agosto, sino que ya se empezará a avanzar en los rubros que se pueda.
“Estoy completamente seguro de que trabajamos de manera excelente en todas las áreas. Los objetivos que exceden el deporte de alta competencia, como el aspecto social y de capacitación, con múltiples actividades y una excelente recepción desde el ambiente del voley se cumplieron sobradamente”, señaló Rapaport. “Y deportivamente, también trabajamos para ser campeones. Lamentablemente no se pudo. Campeón sólo sale un equipo. Y eso no quiere decir que los que no lo consiguen hayan hecho las cosas mal. Es lógico que siempre hay cosas para mejorar, pero creo que si tuviéramos que volver a empezar, haríamos todo de la misma manera”, agregó.
Por su parte, Kantor confirmó que la intención inicial es lograr la continuidad de la mayor parte del plantel para la próxima temporada. “Lógicamente no voy a dar nombres, pero considero que tuvimos un excelente material desde el punto de vista técnico y humano, y la idea es renovar con la gran mayoría de los jugadores que tuvimos. Habrá que analizarlo más en profundidad en unos días” dijo, y también consignó que, con más tiempo disponible y la experiencia recogida en esta campaña, “a diferencia de lo que pasó en esta temporada, vamos a intentar jugar amistosos con equipos del mejor nivel. Eso es importantísimo porque nos permite llegar a la competencia oficial con un rodaje diferente”.
Tanto Hernández como Milinkovic y Firpo, referentes, experimentados y en plena vigencia deportiva, coincidieron en haber vivido una muy buena experiencia en Mar del Plata, con una afluencia de público que se fue incrementando partido a partido, con dirigentes capaces y con un cierto sabor a desquite. Quizás lo más saliente haya sido la calificación de Milinkovic para la evolución de los juveniles, a quienes “vimos crecer en el día a día. Todos son hoy mejores jugadores que cuando empezamos a trabajar con el equipo. Ojalá puedan seguir en la próxima temporada y se puedan incorporar más jóvenes con esa predisposición para aprender y mejorar”. Toda una definición que involucra también el espíritu de este proceso.
Para Firpo, su segundo paso por Mar del Plata (fue campeón con Peñarol, en 1996/97), “fue una experiencia muy valiosa en todo sentido, muy diferente a aquella de hace 14 años, en un contexto muy distinto. Acá teníamos el respaldo de una organización muy sólida, muy bien constituida y que además de buenos resultados deportivos se hayan podido lograr los objetivos propuestos en otras áreas es muy bueno para en la ciudad continúe resurgiendo el vóley”.
Por último, Hernández dejó la puerta abierta para su retorno. “Tanto mi familia como yo nos sentimos muy bien recibidos en Mar del Plata, me sentí muy integrado con el grupo de jugadores, hubo una muy buena relación con el cuerpo técnico y eso ayuda mucho en el trabajo diario. Eso sí, me quedó una sensación de que podíamos haber llegado más lejos. A mí, personalmente, de que podíamos haber dado un poquito más. Ojalá se pueda dar todo para que yo pueda volver”.