En un contexto complicado por el momento económico del país, el valor de ser Tandil cotiza alto.
A tal punto, que por primera vez en la historia, hubo un lanzamiento de perfil internacional, con las máximas autoridades turísticas de la Nación, dándole oxígeno a una ciudad que no deja de sorprender por su oferta.
La presencia de los grandes medios nacionales de comunicación, fue un aporte a la trascendencia del acto, que obedeció a la consigna: “Desconectá, reconectá Tandil”.
El valor de la superación, subir la vara es el desafío, una apuesta que ha sido acompañada por la ciudad, que ha reivindicado una gestión que sextuplicó su mandato desde la jerarquía de la política.
No es una moda pasajera ni un golpe de suerte ni una campaña publicitaria. Tandil es una marca que ha crecido internacionalmente. Las nuevas inversiones no dejan de impactar, desde la calidad de los servicios que se brindan en la bella postal serrana. Mantiene vínculos de distinto tipo con 77 países del mundo.
No sólo es el verano, sino hallar el menú adecuado durante los doce meses del año, no es fácil instalar la oferta en la temporada balnearia, cuando las playas oceánicas copan el escenario de las típicas vacaciones. Tandil se ha empeñado en convertirse en la opción y no en la alternativa.
Fruto de mucha dedicación, trabajo, profesionalidad, creatividad, virtudes que despierten el interés del visitante, no sólo ser atractiva. Y en ese aspecto hay que destacar la inserción y los aportes para convertir cada piedra en una atracción.
El salto que ha dado en la oferta de gastronomía, ubican a Tandil como la preferida para los paladares más exigentes. Platos gourmet preparados con la esencia de productos naturales de la zona como carnes y vegetales de todo tipo, que obligan a repetir la visita.
El target de la competencia ha sido fijado a largo plazo. Un sello que la caracteriza es la continuidad de su crecimiento. Múltiples actividades propias del turismo y la diversidad que exhibe en sus atracciones deportivas, son ideales para el descanso con tranquilidad natural.
El balcón del Valle Escondido fue el escenario del lanzamiento de una temporada que se encara con la desventaja de la balanza del turismo. Amaiké, hotel golf y spa montó su categoría para la demostración a la altura de las circunstancias. Es el lugar.