Es la coincidencia de quienes explotan actividades directamente relacionadas al turismo. Prácticamente no hay excepciones en los distintos rubros que alcanza a teatros, esparcimiento y paseos recreativos.
El pico de feriados extraordinarios de Navidad y Año Nuevo, el muy buen tiempo para disfrutar de la playa, el cobro del aguinaldo y la movida del Dakar, pintaron un cuadro de excepción que ya se ha esfumado. No es lo esperado ni lo que se insiste en anunciar desde la Nación, la Provincia, la Municipalidad y del Multimedios La Capital, el órgano oficial marplatense.
Este cuadro sintetiza el cierre de la primera quincena y que ha sido publicado en el diario La Nación de hoy, en una nota del periodista Darío Palavecino.
“Más gente por menos días y con menos gasto”. Así formulan aquí el balance de la primera quincena de enero, que cierra hoy con un resultado ambiguo: sólo la gran rotación de turistas permitió a hoteleros e inmobiliarias alcanzar cifras de ocupación casi idénticas al mismo período del año pasado.
El arranque del período más fuerte de la temporada exige este año una lectura más profunda y minuciosa para entender nuevas tendencias de los turistas, que prefieren estadas más cortas y con niveles de consumo moderados. La cantidad total de visitantes está fuera de discusión.
Oscar Gonnet, referente en alquileres de departamentos por temporada, confió que tuvieron que trabajar y mucho para que cada propiedad no pierda días de renta. “La mayoría de los pedidos son de cinco a siete días”, explicó. Hacer coincidir la partida de unos clientes y el inmediato ingreso de otros fue, entonces, un permanente rompecabezas. Quincenas y mes completo son casos casi excepcionales.
Lo cierto es que esta temporada había generado grandes expectativas. Y si bien hay gestos de conformidad, distintos sectores señalan que esperaban algo más. “Los números y resultados son muy similares a los de igual quincena del año pasado, pero si bien lo que se consiguió es bueno, está por debajo de lo esperado”, señaló Daniel Suffredini, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata.
La ocupación en el sector promedió el 75%, siempre con fuertes picos durante el fin de semana. Y rescata los muy buenos resultados del fin de semana de Año Nuevo, con hoteles casi completos y toda la fiesta del Rally Dakar todavía instalada en la ciudad. “Tuvimos un gran diciembre y confiábamos en que enero iba a seguir en esos niveles altos”, reconoció.
Avedis Sahakian, responsable de los restaurantes Manolo, también sostiene que el movimiento es muy parecido al del año pasado y marca un nivel de gasto moderado. “El promedio por persona ronda los 50 pesos”, señaló. El mejor rendimiento está en establecimientos tradicionales, donde cada noche se ven largas filas para esperar una mesa libre.
En su particular análisis del arranque de enero, Jorge González, titular del parador de playa La Caseta, sostiene que el turismo se mueve ahora por períodos “cortos, frecuentes e intensos”. El último de los tres adjetivos lo reserva casi con exclusividad a la medición del consumo. Señala que la demanda, que en su caso es de un visitante de perfil económico alto, se concentra en los fines de semana y con buen nivel de gasto. “Apareció un nuevo usuario que pasa con frecuencia y no echa raíces”, describió. El gerente operativo del Hotel Costa Galana, Federico Uberto, habla de resultados casi calcados con igual quincena del año anterior. Detalló que la ocupación fue buena, en los niveles esperados y con clientes muy conformes. También destacó el aporte significativo del Dakar, que acercó a la ciudad a cientos de extranjeros, un perfil que todavía la ciudad no logra explotar en toda su dimensión. “En la temporada tuvimos clientela nueva y mucha gente del exterior que vino por el rally y se quedó algunos días más”, explicó el ejecutivo.
“No va la venta de la mano de la cantidad de gente que tiene la ciudad”, admite María de los Angeles Liberati, con comercios del rubro textil en la calle Güemes. La abundancia de sol, dice, lleva al turista a dedicar más tiempo a la playa que a los paseos.