El arrastre de la candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, aportó el 96 % de los votos al ganador de las PASO, Guillermo Montenegro, en lista única para intendente municipal, el único caso en el interior de la Provincia de Buenos Aires.
Bullrich, como se conoce mantiene un enfrentamiento histórico con Hugo Moyano, es uno de sus pilares de campaña. Es pública y abierta la antinomia que mantienen desde hace décadas.
No obstante, el gobierno de Guillermo Montenegro se avanza en el otorgamiento de paquetes de contratos, que excluyentemente tienen como beneficiarias a empresas del grupo Moyano que en esta ciudad conduce su hermana María Eva.
No es un dato menor que Mar del Plata es la ciudad natal de Hugo Moyano, y el crecimiento sólo de los servicios municipales ya constituyen la segunda caja de la municipalidad, en el rubro de recolección y tratamiento de residuos.
¿Cómo se compatibilizan los intereses políticos con los comerciales y/o empresariales? Es evidente que la administración Montenegro ha tomado decisiones para consolidar este dominio que ya es una amenaza a la calidad y cantidad de servicios como salud y educación que debe prestar la MGP, además de entrar en franca competencia con gremios como el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) y el Sindicato de Trabajadores de Obras Sanitarias (SITOS).
Esto es lo que en ciernes va concretando la gestión Montenegro, con una gran cuota de inmunidad e impunidad.
Después de esto, que consta en expedientes públicos, no hay que indagar demasiado en el electorado cuando se pronuncia ante una flagrante y sospechosa decisión política, ya que obran medidas judiciales y ejercicio de un doble voto de Marina Sánchez Herrero que consagran que han permitido claro caso de direccionamiento.
