Lo que el tiempo nos trajo, o nos dejó
Por Virginia Ceratto
(especial para Mdphoy.com)
Seis escenas breves, a modo de los viejos sketches o los nuevos tik-tok de las redes, facilitan, en tono hilarante, a jóvenes y no tanto, dadas las situaciones -por un lado- y la edad de los personajes -por el otro-, identificarse y simplemente: reír. Nada menos.
Con una puesta simple y un vestuario que roza el grotesco, elegido a modo de contraste por el director, muy en línea de parodia de culebrones latinoamericanos, estas escenas pasan desde el Tinder, la enajenación, la soledad extrema llevada al delirio hasta la terapia y la ultratumba. Y cada uno de estos cortos desarrollan la introducción, el nudo y el desenlace, haciendo de este último una sorpresa que suma a la risa generalizada de la platea.
Y aquí me voy a detener: en un tiempo en el que, globalmente, pero más en nuestro país, vivimos de sobresalto en sobresalto, en ascuas, una propuesta teatral que apueste a la risa, en primer término, y seguramente a la reflexión, es una jugada (el teatro también es lúdico) que la gente agradece. Y se da eso de lo que tanto se habla… Comunión.
Asistí sola, y estuve rodeada de personas que, por momentos, no me dejaban escuchar ciertas frases, y no por temas de vocalización, sino por las carcajadas. Y me sorprendí. Gratamente.
Como también me sorprendió sentir, ese es el verbo adecuado, el placer de cada uno de los artistas, muchos en su inicio frente a público, lo que significa una oportunidad de oro que los legitima como grupo consolidado.
Cada escena es un toco y voy a la siguiente, y la reflexión queda, si cabe, para la charla posterior, porque estoy segura de que hay muchos individuos viviendo circunstancias similares en la procura del amor.
Damas, caballeros y jóvenes, Amores de mentirita abriga mucho tras la farsa que cuenta, es un juego, es, también, teatro, y las risas y luego sonrisas de quienes comparten desde sus sillas o butacas lo confirman.
Y ese binomio, lo llamaré de algún modo, así, binomio, Fredo/Casa, que también tiene en cartel “La noche del exilio”, obra dura sobre la Dictadura previa a la Dictadura, y que anteriormente presentó “Sábanas de raso”, también en el camino del drama, da cuenta de su amplio rango. Y lo hace sin estridencias, también un mérito. Creyó que, así como en la citada “La noche…” era necesario, en aquella el recuerdo y el homenaje y en esta la risa, fue y lo hizo. ¡Chapeau!
Ficha técnica
Autor: Fredo Casa. Dirección: Marcelo Cober. Intérpretes: Alejandra Tiribelli, Silvia Barzola, Martín Berrino, Fernando Torre, Leonardo Adaro, María Lambrechts y Daniela Graffitti. Teatro: Espacio Liberart, viernes a las 21:00.