El hecho se registró cerca de las 22 en el local llamado Las Farolas, cuando una persona de unos 20 años, vistiendo campera y pantalón negro, con su rostro descubierto, irrumpió en el salón de ventas instantes previos a finalizar las actividades del día.
Portando un arma de fuego -que en principio tendría las mismas características de la utilizada en otros episodios similares-, intimidó a la trabajadora que en ese momento estaba a cargo de la panadería, Rosana Balmaceda, y le exigió la entrega de dinero.
Una vez que cumplió con su cometido, el responsable de cometer el atraco se habría escapado a pie por Juan B. Justo en dirección a la zona de los toboganes.
Aviso a la policía
Un móvil policial que patrullaba la zona fue alertado sobre el suceso en la panadería e inmediatamente dio aviso al sistema de emergencias. Una vez que tomó intervención y con las características aportadas por la empleada, la policía inició un intenso rastrillaje por la zona tendiente a dar con el sospechoso, que al cierre de esta edición no había obtenido resultados positivos.
En paralelo evaluaba solicitar las grabaciones de las cámaras de seguridad instaladas en la intersección de ambas avenidas para contar con más detalles que permitan esclarecer el hecho.
Cabe indicar que durante los primeros minutos la policía manejaba pocas precisiones sobre el hecho debido a que la damnificada se retiró del lugar tras sufrir el atraco y no podía ser localizada ya que su celular personal fue sustraído.
Sin embargo, los responsables del comercio facilitaron datos a los uniformados para contactar a la empleada. Más tarde, Balmaceda se dirigió hacia la Seccional Segunda para radicar la correspondiente denuncia.
A partir de allí se iniciaron actuaciones por “Robo calificado por el uso de arma de fuego”, con intervención de la fiscalía de turno.
El accionar
Vale señalar que en jurisdicción de la comisaría en los últimos días se registraron al menos dos hechos perpetrados por un sólo ladrón.
El primero ocurrió el miércoles de la semana pasada alrededor de las 21.20 en la dietética “Alma”, situada en la esquina de Garibaldi y avenida Perón, cuando un hombre armado ingresó al local, intimidó a la dueña apuntándola con el revólver y le exigió dinero. Finalmente se alzó con alrededor de 2 mil pesos de la recaudación.
El segundo tuvo lugar este martes por la noche, en la heladería Grido de España al 800, casi Garibaldi, cuando un solitario delincuente, cubriendo su rostro con una gorra visera y cuello polar, portando un arma de fuego color plateado, tras intimidar a la joven empleada que estaba detrás del mostrador se alzó con la recaudación diaria.
El Eco Digital