En un emotivo acto se inauguró el salón de usos múltiples de la Escuela Primaria Básica 33 y del Jirimm 12 del paraje La Porteña. El intendente tandilense Miguel Lunghi, participó del encuentro y resaltó el gran trabajo que realiza toda la comunidad educativa y el importante rol que tiene la educación en el desarrollo del país.
La jornada, que comenzó poco después de las 18, reunió a toda la comunidad educativa y también contó con la presencia de concejales de diferentes bloques.
En primer término se procedió al tradicional corte de cintas y al descubrimiento de una placa por parte de los integrantes de la cooperadora, quienes trabajaron durante muchos años para concretar el sueño del nuevo espacio que albergará diferentes actividades de la escuela y el jardín.
Después fue el tiempo de los discursos y finalmente el acto de fin de curso en el flamante sum, donde los egresados recibieron sus medallas.
El Municipio colaboró con la institución y la cooperadora en distintos momentos, entregando subsidios por más de 50 mil pesos y los materiales para pintar el lugar una vez concluida la obra.
El intendente Lunghi agradeció a las autoridades de la escuela, el jardín y la cooperadora por la invitación y señaló que “estoy muy contento, hoy es un día de alegría, tengo el honor de ser intendente desde hace muchos años y recuerdo que fue la escuela 33 en el año 2004, de los establecimientos que se acercaron y que me mandaron cartas y en ese momento pudimos trabajar para dejar el lugar en condiciones. Y desde aquellos años siempre vi un gran trabajo, un gran afecto, un gran amor y un gran cuidado por los chicos”.
“Reiteradamente he vuelto, he venido todos los años y me han ido llevando y atrapando y hemos podido trabajar juntos sin colores políticos, con el único color de la educación, para que las maestras estén un lugar donde puedan desarrollar en plenitud toda su capacidad de enseñarle a los chicos en un ambiente confortable. Lo importante es que todas las directoras y docentes que estuvieron han cuidado y cuidan la escuela, la quieren”, agregó.
El jefe comunal también resaltó el trabajo de la cooperadora para concretar la construcción del nuevo espacio y aseguró que “la salida del país, el país grande que queremos, el país que avance hacia el futuro, es a través de la educación, y ustedes maestras, cuerpo no docente y cooperadora le ponen el hombro, muchas veces en soledad”.
Por su parte la directora de la escuela, Mónica Navarro, expresó que “la historia de las instituciones se construye a partir de los sueños de sus miembros, por ello el motivo que nos reúne hoy, la inauguración del salón de usos múltiples, es la celebración de un sueño hecho realidad que se transforma en un momento de reencuentro con nuestra historia y con nuestros amigos”.
“La historia comienza con el anhelo de un grupo de cooperadores en junio de 1991, de la mano de la entonces directora, señora Ana Terni. Desde allí son innumerables las circunstancias académicas, sociales y económicas que se presentaron y obstaculizaron el objetivo y la misión de construirlo. A partir del año 2011 el objetivo vuelve a tomar vigor y empuje de la mano de personas empeñadas en resolver un espacio más para los chicos”, continuó diciendo.
Visiblemente emocionada Navarro recordó la primera reunión que tuvo con los integrantes de la cooperada cuando se hizo cargo de la institución y en la que le expresaron que el proyecto del sum se terminaba sí o sí.
“Fue así como se organizaron diferentes eventos para recaudar fondos económicos suficientes y siempre obteniendo resultados altamente positivos. Junto a este grupo de personas desinteresadas tocamos muchas puertas, municipio, comercios, instituciones, siempre con el afán de alcanzar la meta, que todos los alumnos de La Porteña tengan el espacio que se merecían para realizar sus actos y jornadas de educación física. A todos los que se sumaron con su ayuda infinitas gracias, sin las ayudas otorgadas hoy no estaríamos aquí. Muchas veces he dicho que las instituciones las hacen las personas. Y este salón de usos múltiples viene a confirmar que su levantamiento obedece a una concepción que valora la riqueza de su gente, porque son todas las familias de La Porteña las que, en definitiva, le dan valor y vida”, completó.
A su turno Gustavo Acosta, presidente de la cooperadora, agradeció a todas las personas que de diferentes formas colaboraron para construir el nuevo espacio. También emocionado por concretar el sueño por el que tanto trabajaron, relató cómo nació el proyecto. “En el año 2010 con un abuelo de la institución y miembro de cooperadora, Don Pietro Pianta, me cuenta de este sueño, la escuela era chiquita y necesitaba de un espacio más grande para que los chicos pudieran hacer sus actividades de educación física o donde hacer los actos. En 2011 comenzamos a organizar el primer asado de fin de año poniendo la mirada en ese propósito, que aún parecía lejano”.
“Ya como padre de la institución y miembro de la cooperadora, en el año 2012 en una de las primeras reuniones nos proponemos como objetivo hacer el SUM. Fuimos a pedir presupuestos y Diego Gallego, otro amigazo incondicional, se encuentra con que teníamos planchones comprados desde 1991. Desde ese momento no paramos, teníamos la meta más cerca. Como presidente de la comisión cooperadora quiero homenajear, en este pequeño espacio, a todos esos papás que día a día invierten su tiempo, ganas y dedicación para lograr la escuela que sus hijos necesitan y merecen”, concluyó.