Esta semana el Municipio puso en marcha la Unidad de Internación Domiciliaria del Hospital Ramón Santamarina, que contará con un equipo de trabajo conformado por médicos, enfermeros, kinesiólogos, terapistas ocupacionales, trabajadora social, psicóloga y nutricionista.
El intendente Lunghi resaltó que “esta es una iniciativa muy importante y en la que trabajamos durante mucho tiempo para poder implementarla. Esto es algo que se realiza en muchos lugares del país y el mundo, que nos permitirá tener menos camas ocupadas en el hospital y que el paciente se pueda recuperar en un ámbito más conocido como es su casa, junto a sus familiares y seres queridos, y bajo el control y seguimiento de un equipo de profesionales”.
“Seguimos avanzado en el desarrollo y consolidación de un Sistema de Salud Pública de primer nivel, que es un orgullo para todos los tandilenses y que ofrece un servicio de excelencia y calidad de forma igualitaria”, aseguró.
La internación domiciliaria es una modalidad de atención que presenta beneficios para el paciente y su familia y también para el sistema de salud. El Secretario de Salud Vito Mezzina lo explica así: “Básicamente el paciente vuelve al hogar en una situación controlada y con menos incertidumbre, puede estar en su casa con sus síntomas controlados y en mayor contacto con su núcleo familiar, a la vez que elude la exposición a las infecciones intrahospitalarias”.
Este modelo se ha consolidado en la ciudad de Rosario, que ofrece esta alternativa asistencial en el ámbito de la Salud Pública desde hace 20 años. Hasta esa ciudad viajó un equipo del Hospital, encabezado por la doctora Gloria Menéndez, directora médica asociada del nosocomio, y la doctora Sandra Fraifer, jefa de la Unidad de Internación Domiciliaria para conocer de cerca la experiencia que ha obtenido resultados muy positivos.
“Hoy en día, en la ciudad santafecina cerca de 80 pacientes adultos y alrededor de 40 niños son cuidados en sus hogares por equipos sanitarios del Municipio. Allí, el sistema de Internación Domiciliaria funciona en red, interactuando en forma permanente con los hospitales municipales y centros de atención primaria, con la finalidad de estar más cerca de los ciudadanos que necesitan ser atendidos”, asegura Menéndez.
A nivel local, se implementará fundamentalmente para el tratamiento de afecciones que dejan cierto grado de discapacidad, que exigen un período de rehabilitación, que dificultan o impiden la movilidad del paciente, como ocurre en casos de accidentes cerebrovasculares o fracturas de cadera. La atención en el domicilio ofrecerá un período de control y asistencia de los síntomas por parte del equipo profesional multidisciplinario con el mobiliario, instrumental y medicación necesarios aportados por el Sistema Integrado de Salud Municipal.
“La familia recupera la convivencia y el ambiente habitual, se evitan las constantes idas y venidas que implican tiempo, dinero y la incomodidad de dormir en el hospital. Al sistema de salud, le permite reducir el déficit de camas hospitalarias y las reinternaciones de los pacientes que están bajo esta modalidad de atención”, continúa la médica, quien a la vez aclara que el sistema requiere de compromiso familiar y de ciertas condiciones del hogar para poder implementarlo exitosamente.
“Es preciso destacar que la organización de la Internación Domiciliaria requiere estrategias de intervención sociosanitarias, ya que son necesarias ciertas condiciones habitacionales que garanticen un ambiente saludable. Cada paciente tendrá un programa de atención que será diseñado en los días previos al alta de la internación en el Hospital. Allí quedará establecido qué profesionales lo atenderán y de qué manera”, cuenta.
El programa de atención inicial, definido conjuntamente con el médico que lo atiende en el Hospital, determinará los objetivos del tratamiento, los medios para alcanzarlo y una estimación del tiempo de internación domiciliaria necesaria. La atención compartida articulará toda la red asistencial municipal: el Hospital, los Centros de Atención de los barrios y el Servicio de Emergencias.
“Además es fundamental que la familia del paciente comprenda los objetivos de los cuidados y esté dispuesta, en la medida de lo posible, a participar de ellos adquiriendo saberes y responsabilidades en la toma de decisiones durante la internación en el domicilio. Este es un trabajo compartido entre los profesionales y la familia”, completa Menéndez.
La década del 90 fue testigo de la llegada al país de los cuidados domiciliarios, una forma de atención médica que desanda, en parte, la tendencia a la hospitalización de la medicina y da paso a una concepción moderna que combina la eficiencia de un equipo de salud interdisciplinario y el cuidado familiar, para lograr curar, rehabilitar y acompañar al paciente en el ámbito del hogar.
El paciente que acceda a esta modalidad de internación debe presentar una patología cuyo tratamiento pueda ser efectivizado en su domicilio y tanto él como un familiar o tutor a cargo deben brindar consentimiento escrito. A su vez, el espacio donde transcurrirá el período de internación debe tener condiciones habitacionales adecuadas, conducta sanitaria familiar, ausencia de problemas obstaculizadores del proceso de tratamiento y recuperación.
Finalmente, se requiere que la familia posea un nivel de alarma adecuado, capacidad de contención y resolución frente a situaciones de desestabilización, capacidad de interacción y cooperación con el equipo de salud.