Es que, tal sus dichos ante los medios de comunicación, el referido Convenio Colectivo de Trabajo resulta “disparatado”, es “irracional”, “no se puede avalar” y generaría un escenario en el cual “los vecinos de Mar del Plata van a regalar 800 palos al año”. Todo ello, según usted expone ahora, “no lo va a permitir” porque se estarían afectando los intereses del vecino.
El tenor de sus declaraciones no puede dejar de llamar la atención pues, ciertamente, el mentado Convenio Colectivo de Trabajo, que ahora dice desconocer, fue estudiado y elaborado durante la gestión de un gobierno de su signo político (período 2015/2019) y, en tales debates e intercambios de ideas y propuestas, actuaron activamente funcionarios y concejales de su espacio político que aún hoy, sin solución de continuidad, continúan cumpliendo funciones tanto en el Departamento Ejecutivo como en el Deliberativo.
Lo expuesto exige, como primera reflexión, poner en crisis sus dichos en cuanto postula que desconocía el Convenio Colectivo de Trabajo o que, en su caso, fue sorprendido por las autoridades provinciales que procedieron a su registración.
Por otro lado, no puede soslayarse que fueron las autoridades del Departamento Ejecutivo Municipal y del Sindicato de Trabajadores Municipales las que, ya en el año 2016 y luego en el año 2017, solicitaron y volvieron a insistir ante la autoridad provincial a fin de que procediera a registrar el mentado CCT y que, más grave aún, durante su primera gestión (años 2019/2023), ni Usted, ni ninguno de sus funcionarios, manifestaron el disgusto que ahora exhiben. Tampoco se hicieron cargo de los intereses de los vecinos que ahora dicen defender.
Por el contrario, a sabiendas de que el mentado CCT se encontraba desde el año 2017 en instancia de registración ante la autoridad provincial, extremo que no puede desconocer pues fue su signo político quien lo redactó en acuerdo con el STM, lo cierto es que la gestión que Usted encabeza omitió, durante los años 2019 a 2023, decir y/o hacer y/o impulsar presentación alguna a fin de desactivar el supuesto desaguisado que hoy vociferan.
Hubiera bastado una mera presentación administrativa para suspender ese procedimiento de registración al que ahora califica como producto de una conspiración.
Lo absurdo e irrazonable de su postura no resiste análisis. Así, de seguir su juicio, el mero registrador del CCT, pues la Provincia de Buenos Aires solo se ha limitado a eso, se transformaría en el responsable de un acto “irracional”, según su actual opinión, que funcionarios de su signo político redactaron y que Usted, con su inacción, silencio y/o desidia, consintió a lo largo de los últimos cuatro (4) años, lapso mucho más que extenso como para darse cuenta de los supuestos peligros y riesgos que ahora pretende trasladar a los vecinos de la ciudad y que, de ser ciertos, no son sino el resultado de su mala praxis en la gestión.
Y si tales incongruencias en su conducta son suficientes para solicitar el presente pedido de explicaciones, mucho más lo es la circunstancia de que, a diferencia de lo que Usted trasmite a la sociedad marplatense y batanense, la registración del CCT que recientemente le anoticiara la autoridad provincial carece en la actualidad de eficacia pues, resta aun su tratamiento en el Concejo Deliberante para su aprobación.
De más está decir que será en ese espacio de debate democrático donde, oportunamente y en nuestro carácter de oposición, habremos de exponer todas estas incongruencias a fin de que todos los sectores de la sociedad conozcan la realidad de los hechos que Usted ahora dice desconocer.
Ello claro está, sin perjuicio de dejar aclarado que es su espacio político quien cuenta, sin necesidad de acudir a acuerdo parlamentario alguno, a tenor de la conformación actual del Departamento Deliberativo, con el margen de maniobra suficiente para plantear y, en su caso, corregir todos los eventuales vicios, defectos y/o riesgos que el CCT redactado por su signo político.
El asunto es, entonces, solicitarle que explique y aclare las incongruencias de sus declaraciones y que, lejos de continuar llevando angustia, zozobra, incertidumbre y confusión a los ciudadanos marplatenses y a los propios trabajadores municipales, adopte y encauce por los mecanismos procedimentales pertinentes el debate democrático de una cuestión que compromete e interesa a la sociedad en su totalidad.