El Concejal Mario Rodríguez, de la Unión Cívica Radical, presentó un Proyecto de Comunicación por el cual solicita al Departamento Ejecutivo contemple la posibilidad de retirar o demoler el monumento donado por la Armada Argentina en el año 1979, instalado en la Plaza San Martín, a metros de la intersección de la Av. Luro y Mitre, y se proceda a enclavar, en el mismo sitio, un monumento en homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado durante la última dictadura militar.
Dicho monumento representa el momento histórico por el que atravesaba nuestro país, en el cual para esa época se producían innumerables casos de desaparición de personas, sobre quienes se desconocía sus respectivos paraderos, no recibiendo ninguna respuesta por parte de las autoridades del momento.
Simultáneamente, en tanto el Comisionado Mario Russak inauguraba en esta ciudad el monolito donado por la Armada Argentina, las autoridades nacionales recibían en el país a la delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), quienes llegaban con el propósito de realizar una inspección relativa a las denuncias acerca de violaciones en materia de los derechos humanos, y estudiar y analizar la situación de la materia a efectos de preparar un informe sobre la vigencia de tales derechos, de conformidad con las disposiciones normativas de la comisión.
Como resultado de la labor desarrollada por la Delegación local de la CONADEP, y luego de una minuciosa labor de investigación, se permitió establecer la existencia de seis Centros Clandestinos de Detención en el Distrito de Gral. Pueyrredón, perfectamente localizados a través de las denuncias de distintas personas que habían estado allí detenidas entre los años 1976 y 1978. Los lugares individualizados, todos ellos objeto de una inspección por parte de la Comisión Nacional fueron, entre otros, las Escuela de Sub-Oficiales de Infantería de Marina (ESIM), la Base Naval de la Armada y la Base Aérea Militar.
La Base Naval de Mar del Plata, centro de operaciones de la Marina, fue durante la última dictadura militar un Centro Clandestino de Detención. Lo prueban también los numerosos testimonios que fueron tomados en el marco de los Juicios por la Verdad que se desarrollaron en la ciudad de Mar del Plata. Lo que constituye hoy una megacausa incluye la investigación de 118 casos de desapariciones forzosas, vejaciones y muertes. Finalmente se dictó la prisión perpetua de los responsables máximos de la represión, quedando absolutamente comprobados los delitos de lesa humanidad y la connivencia existente, para perpetrarlos, entre la Marina y el Ejército.
En Mar del Plata se han registrado cerca de 260 desapariciones de personas, víctimas del terrorismo de Estado, y 118 personas fueron detenidas ilegalmente y torturadas en la Base Naval Mar del Plata. Esto guarda relación con que fue precisamente la Marina la fuerza que operó en la ciudad y tenía el control de la represión.
No es exagerado sostener que la existencia del monolito, por el contexto histórico en que fue entregado, constituye una ofensa para los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado y, en términos generales, para la ciudadanía, en tanto agravio contra la democracia. No se pone en discusión el rol de las instituciones en el marco de la democracia parlamentaria, pero si deben objetarse con decisión aquellas ofrendas otorgadas en épocas en que democracia, política, solidaridad, justicia, libertad, constituyeron conceptos o prácticas que debían ser calladas con la desaparición, la tortura y la muerte. Por ello, en el Proyecto presentado por el Concejal Mario Rodríguez, se considera necesario, para ir en concordancia con la justicia y ser la voz de quienes no la tienen, desenclavar el monumento entregado a la ciudad por la Base Naval en los años oscuros, y enclavar en el mismo sitio una placa o monumento de homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado en la última dictadura militar.