Los chicos de las escuelas públicas de la provincia de Buenos Aires tendrán este año por lo menos 9 días menos de cursada. Sucede que las clases que debían comenzar el 5 de marzo continúan paralizadas por un conflicto gremial. Los docentes no ceden y el gobierno de la Provincia asegura que ya hizo la máxima oferta posible.
La semana pasada el gobernador Daniel Scioli sembró algunas dudas sobre la actitud de los sindicatos con mayor representación entre los maestros. Dijo que le llamaba la atención la postura inflexible de los gremialistas, que a diferencia de otros años decidieron negociar con las aulas vacías.
Se preveía que el sábado y el domingo las partes intentarían un acercamiento pero no fue así. No hubo reuniones ni las habrá en las próximas horas. Sí está previsto que la administración endurezca su posición y comience a sancionar a los maestros que no acuden a las aulas.
“Si no tenemos una oferta superadora, será muy difícil llegar a un acuerdo“, declaró el secretario general de Suteba, Roberto Baradel. Desde la vereda opuesta el ministro de Trabajo Oscar Cuartango ratificó que la Gobernación “hizo cuantitativamente la mejor propuesta” y que están dispuestos a continuar las conversaciones dentro de los límites establecidos por el presupuesto votado el año pasado.
“La responsabilidad que tiene el gobierno de la provincia de Buenos Aires de destrabar el conflicto es convocándonos de manera urgente y haciendo una oferta superadora. Caso contrario continuaremos con las medidas. El gobierno es responsable de la educación pública. El que tiene de rehén a los chicos es la provincia de Buenos Aires“, declaró la gremialista Mirta Petrocini en una conferencia de prensa realizada este lunes. En el mismo encuentro, Baradel anunció que mañana marcharán a la Legislatura bonaerense.
Sergio Massa, uno de los principales referentes opositores en la provincia de Buenos Aires y en todo el país pidió que las conversaciones se reanuden de inmediato y propuso que la Provincia televise los encuentros. Cuartango lo acuasó de buscar un “efecto mediático”.
El vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, volvió a defender su proyecto de declarar la educación como un servicio público esencial. Asimismo, reclamó a los docentes que “las paritarias se lleven a cabo como corresponde, pero con los niños en el aula”.
La iniciativa propuesta por Mariotto fue rechazada de lleno por el gremialista Baradel: “Mariotto no conoce la legislación provincial, ni la nacional, ni la internacional. Argentina ha firmado convenios y no puede declarar como servicio público la educación”. Y explicó cómo se debería resolver: “El funcionario debería legislar sobre el artículo 39 inciso 4 de la Constitución que prevé la formación de un tribunal imparcial que debe intervenir”.
Otra de las nuevas voces que se pronunció con respecto al conflicto docente es la del obispo de Mar del Plata, Antonio Marino, quien pidió “reflexión” y señaló que los niños “no tienen la culpa”. “Los padres se angustian por los días sin clases de sus hijos, los docentes padecen una remuneración deficiente y los gobernantes se ven desbordados por la situación económica”, analizó.
Infobae