Amenaza de paro de transporte colectivo por 72 horas, por parte del gremio UTA, para el próximo martes sino se llega a un acuerdo con la FATAP el próximo lunes. Hubo un fracaso en las negociaciones y el margen es mínimo en la cuenta regresiva. Es insostenible para empresarios y los trabajadores.
Tanto la FATAP como la UTA dejaron constancia en el acta firmada el lunes anterior en el Ministerio de Trabajo de la Nación, por la cual hacen responsables a los gobernadores de las distintas provincias de mantener a los trabajadores del interior como cautivos de una disputa que resulta responsabilidad exclusiva de los Gobiernos Provinciales, quienes a la fecha y con más de cinco audiencias celebradas, continúan sin dar la cara, y pese a ello, si se encuentran a la orden del día para peticionar públicamente a las autoridades del Ministerio de Trabajo, la prórroga del período de conciliación obligatoria
Durante la semana se realizaron reuniones entre el gremio y el sector empresario no llegándose a un acuerdo atento a que los requerimientos gremiales no pueden ser satisfechos por incapacidad económica empresaria por no recibir de la Autoridades jurisdiccionales respectivas los subsidios necesarios para cubrir los mayores costos emergentes del convenio salarial. Atento a ello de no llegar a un acuerdo en la reunión convocada para el próximo lunes se efectivizará el paro programado.
El sistema está estresado, si bien perjudica a empresarios y trabajadores, agravia severamente a todos los usuarios del interior del país, que además de tener que abonar tarifas más elevadas tendrán dificultades para concurrir a sus lugares de trabajo.
Esta situación existe desde que la Autoridad Nacional de transporte, institucionalizó hace aproximadamente 20 años en CABA y el AMBA una distribución inequitativa de subsidios que beneficia a un puñado de empresas que circulan en el ámbito de la Capital Federal y el conurbano bonaerense en detrimento de las empresas del interior del país
La zona mencionada, también llamada AMBA, que concentra la mayor densidad del transporte urbano de pasajeros y recibe el 70 % de los subsidios por unidad, mientras que en el interior del país, todas las provincias, las mayores ciudades y capitales de provincia, sólo reciben el 30 % por unidad de las acreencias provenientes del Fondo Compensador del Transporte. Por lo cual se solicita con carácter de urgente federalizar la distribución de los subsidios los fines de poder mantener la prestación de un servicio público esencial.
Esta situación de inequidad que afecta a los usuarios es el factor determinante que la tarifa mínima en el AMBA cueste $ 22,00 y en Mar del Plata $ 74,00.
Esta circunstancia fue confirmada por el ex ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni, con elDiarioAR.com, el 21 de enero del año 2021, quien señaló refiriéndose al precio actual del colectivo del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Meoni dijo refiriéndose a un costo del boleto de $93,00: “Tenés $ 70 de subsidio y $ 20 que paga la gente, un subsidio altísimo”.
Este inequitativo sistema de distribución, obliga a los empresarios, choferes, usuarios, intendentes y gobernadores, a formular una salida perentoria a los desfasajes que produce este irregular reparto que conspira contra el destino de empresas, decenas de miles de trabajadores de la UTA y fundamentalmente a los millones de usuarios sobre quienes se trasladan los aumentos en el valor del boleto urbano que en tiempos de inflación se vuelve insostenible.
Como en el tema de la energía eléctrica se teme que puede llegar el momento en el cual por más que aumente la tarifa el servicio desaparecerá por la falta de distribución y porque no habrá quien las pague. El mantenimiento y renovación de las unidades debe ser constante y periódica, pues está en juego la vida de los pasajeros y si no se reciben los aportes necesarios no habrá ni luz ni transporte en el futuro.
Desalentar el uso del automóvil y aumentar el transporte público
Las políticas relacionadas con el subsidio al transporte colectivo urbano y suburbano de pasajeros deben ser analizadas en el marco de la problemática del crecimiento de las áreas urbanizadas.
El desarrollo urbano acompañado de un importante crecimiento de la movilidad urbana, especialmente por la motorización privada, además de los problemas congestión urbana, polución y siniestralidad vial que genera, plantea requerimientos importantes en inversiones para ampliar la capacidad del sistema vial.
Si se analiza que un bus permite una ocupación por metro cuadrado de calzada que ocupa, de 1.8 pas., mientras que un automóvil con una ocupación promedio de 1.5 pasajero por vehículo, ocupa 0.18 pasajero por metro cuadrado de calzada.
Es posible inferir de inmediato que las políticas deben estar orientadas a desalentar el uso de los vehículos particulares y generar, para el transporte público urbano, condiciones de atractivos en calidad de servicios y economía en sus costos mediante el otorgamiento de subsidios.