Monseñor Jorge Lugones ya tenía en carpeta los gastos que originaban hacer base en Mar del Plata del encuentro que desde hace 39 años se realizaba en Mar del Plata, que reunía a la política y máxima jerarquía de la Iglesia. Era una tribuna política instalada ya en el calendario nacional como un acontecimiento.
La solicitada piquetera publicada en el diario La Capital, que derivó hasta la intervención de la Santa Sede que llevó al obispo Mestre a dar misas en iglesias que no tienen cura, tiene una dimensión de desterramiento de ámbitos a los que había accedido en su misión dentro de la pirámide jerárquica en la Iglesia Católica.
Mestre no pudo desvincularse de la intencionada solicitada de una página, que encabezó Florencio Aldrey Iglesias con su firma en el diario La Capital, director y propietario del medió gráfico, cuya circulación obedece a un manejo monopólico que ha resistido la aparición de otras voces que aseguren la pluralidad en Mar del Plata. Mestre contó con un aliado excluyente a partir de su designación.
Se desconoce, si el último 20 de Julio celebró el chocolate de la celebración con Florencio Aldrey Iglesias, como hizo hace siete años, cuando compartió esa fecha aún antes de asumir y no había tomado contacto con el Papa Francisco el 18 de julio de 2017.
Mestre llegó a la diócesis de La Plata en julio de 2023 con la misma jerarquía, pero sin embargo no abandonó continuar acompañando los caprichos de Aldrey Iglesias, que se reflejó en la solicitada de una página con su firma con aproximadamente 1.000 adherentes, muchos de los cuales desconocían haber dado su conformidad en el documento.