Durante la semana se encadenaron hechos que tienen el mismo hilo conductor. Problemas de caja que se arrastran desde la Nación y se estrangulan en provincias y municipios.
Obviamente, la MGP no puede eludir este cuadro generalizado que tiene sus agravantes, y deben colocarse en un adecuado contexto. Caída en la actividad económica, influencia de la gripe A, temporal en plena vacaciones de invierno e incertidumbre política.
No debieran pasar desapercibidos, algunos eslabones de esta cadena que ya es de gelatina. Scioli se reunió con CFK, en la rueda de apertura del diálogo. La señora presidenta le punteó el aporte de la Nación al gobernador bonaerense, que su marido usó de bombero como candidato testimonial. Los puntos que aportó el ex motonauta evitaron una mayor deserción del voto peronista. A tal punto que Scioli (a pesar de la derrota) aparece en el pelotón de presidenciables del PJ para el 2011.
En la reunión con el sector del campo, una de las conclusiones fue “parece que estuvimos en reuniones diferentes”. Claro, la ministra de Producción Débora Giorgi, rebotó la eliminación de las retenciones, apelando a cifras de significativa ayuda económica al sector agropecuario.
Otro de los datos, quizás el principal, la suspensión del fútbol en todas sus categorías. Grondona golpeó las puertas del Estado para regularizar deudas de los clubes con el sindicato de los jugadores. Sin embargo, el titular de la AFIP metió en la bolsa un plan de regularización para que no haya un 100 % de evasión, en las multimillonarias cifras que se manejan en las transferencias de jugadores, operaciones en dólares y euros.
Grondona metió violín en bolsa y se marchó. Tan sólo horas después, por aclamación, se suspendía el inicio de los campeonatos profesionales. Tal importancia tiene el tema que fue tratado por el Financial Times. Todo un dato.
Veamos: Scioli, la mesa de enlace del campo y la AFA, todos con el mismo problema, casi terminan poniendo plata en las arcas de la Nación. Y hay otros ejemplos, vinculados al recorte de subsidios.
Con el actual humor social: ¿cuánto puede durar sin fútbol un país que tiene devoción por ese deporte y resulta una válvula de escape? Y es por falta de fondos. Que no sólo repercutirá en los clubes (que no tendrán recaudación) sino en todas las actividades paralelas, que surgen a partir de un partido. Son miles y miles de personas que viven a partir de actividades que genera este deporte.
Pulti ha preferido comenzar a curarse en salud, sabe muy bien que las alternativas de financiación hoy son prioritarias para su gestión de gobierno. Ya está renga la coparticipación provincial, se ha cumplido con la cuota-parte mensual del reconocimiento de servicios educativos y hay que seguir prendiendo velas como a San Cayetano, para que este giro continúe cumpliéndose puntualmente.
“Fue una primera reunión de trabajo para avanzar desde la Fundación con un análisis que vamos a llevar adelante para el Municipio y en donde vamos a complementar el trabajo de la Secretaría de Economía”, declaró Pallordet, el hombre de la Fundación Capital. Nada nuevo bajo el sol. Es más, demasiado viejo, sin nada creativo ni revolucionario.
Distintos gobiernos municipales no han abordado debidamente el recupero de la deuda municipal, que es el equivalente aproximadamente a un presupuesto municipal, pero que no ha sido sujeto a la decisión política de ir por los deudores.
Los municipios tienen para cobrar dos tasas que son las importantes ABL y Seguridad e Higiene; si el trabajo está bien hecho les servirá para detectar sectores a los cuales les va bien y que están en la informalidad para cobrarles Seguridad e Higiene. Tienen en la cartera de morosos como 400 millones para cobrar de ABL (ahora TSU) de los cuales el 70 % vive fuera de Mar del Plata y es relativamente fácil de cobrar. ¿Será la Fundación Capital? ¿Y la ARM, para qué se constituyó?
No es ninguna ciencia, sino la decisión política de hacerlo, tal la época de Acción Marplatense, con los brazos dóciles de un nuevo turno de gobierno, que comenzará en diciembre y deberá representar un quiebre para los males estructurales de la Municipalidad. Ese es el desafío, romper los límites de los riesgos políticos y asumirlos. Para eso se vota, sino la democracia carece de sentido.
Jorge Elías Gómez
jgomez@mdphoy.com