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Sebastián Villa confesó que no le gritaría un gol a Boca: “Siempre voy a respetarlos”

Si bien llegó a ser uno de los extranjeros más elogiados y queridos por la hinchada xeneize, Villa tuvo una salida conflictiva del cuadro de la Ribera. Luego de que Juan Román Riquelme lo bancara mientras se llevaba a cabo la causa por violencia de género, el club decidió que no fuera convocado nunca más una vez que lo condenaran a dos años y un mes de prisión por el delito de “amenazas coactivas, en concurso real, con lesiones leves calificadas” contra su expareja, Daniela Cortés. El extremo se salvó de quedar tras las rejas porque su pena era considerada excarcelable, pero debió cumplir determinados requisitos impuestos por la jueza Claudia Dávalos.

Aunque tenía permitido entrenarse de manera solitaria, el colombiano regresó a su país natal y comenzó a trabajar de forma personal. Además, se viralizó una foto suya a la par del plantel de  Unión Deportiva Lanzarote, de la Tercera División RFEF de España. Con el argumento que estaba impedido de trabajar normalmente, Villa envió una carta documento a Brandsen 805 y se declaró en libertad de acción, lo que derivó en su posterior firma con Beroe de Bulgaria.

En qué quedó el litigio judicial entre Boca y Sebastián Villa

El Xeneize contestó a este desplante en la FIFA y reclamó la liberación de su cupo de extranjero, el resarcimiento de 5 millones de dólares y sanciones deportivas. Al cabo de unos meses, el ente regulador del fútbol mundial ratificó su incompetencia y liberó al colombiano de cualquier tipo de cargo.

Es cierto que Boca tenía la posibilidad de ir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) y empezar una disputa en los escritorios de Suiza, pero prefirieron desistir de esta opción porque, en el corazón de La Bombonera, piensan que el tema ya “está zanjado”.

La defensa del presidente de Independiente Rivadavia a Villa

Consultado respecto de este tema, Daniel Vila, mandamás de la Lepra mendocina, salió a respaldarlo y a aclarar que, hoy por hoy, no pesa sobre él ninguna traba legal para poder desempeñar su oficio. “Es un trabajador. Tiene que vivir, mantener una familia y trabajar. Si fuera un plomero… ¿qué me diría usted? ¿Que no trabaje como plomero?”, largó, contundente, en una charla con el programa radial Boca de Selección.

Y aportó: “El límite es que está cumpliendo su sentencia como corresponde y punto. Ese es el límite. Cometió un error, fue a la Justicia, se lo castigó y está cumpliendo el castigo. A él le dieron dos años y un mes, no una sentencia de por vida. Entonces, si no tiene prisión perpetua, tiene que trabajar de lo que sabe hacer. Él sabe jugar al fútbol”.

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