Quienes atribuyeron previo al 22 de octubre, perseguir objetivos absolutamente personales al diputado provincial y presidente de la UCR, Maximiliano Abad, postergando los intereses partidarios, esperan con suma expectativa sus explicaciones tras el notorio fracaso radical en la colación Juntos Por el Cambio, en la cual Abad arrastró al partido que conduce aunque lo convirtió en futuro senador nacional.
Patricia Bullrich evaluó en su momento ubicarlo como candidato a vice presidente de la Nación, aunque sobre el cierre de listas bajó un cambio ubicándolo como primer candidato a senador nacional por la provincia de Buenos Aires para los próximos seis años.
El fracaso de Abad fue políticamente rotundo y dejó a Bullrich afuera del balotaje, luego de haber vendido la influencia radical en el interior de la Provincia de Buenos Aires, tras haber propuesto al vice de Néstor Grindetti, el intendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, fórmula que resultó duplicada en votos por Axel Kicillof y apenas diferenciada de Carolina Píparo de muy mala elección provincial por la Libertad Avanza.
Sólo Guillermo Montenegro y Diego Garciarena, hicieron públicas sus felicitaciones al presidente de la UCR bonaerense luego de las elecciones del domingo, lo cual deja una clara lectura de desaprobación en su cometido al frente de la conducción en el distrito que definió la elección presidencial y a gobernador bonaerense. Lo sucedido dejó en evidencia las críticas que mereció todo el proceso, que apuntaban a la doble faz que cumplía el único socio político de Guillermo Montenegro, quien también coronó con la intendencia de General Pueyrredon.
Luego de la derrota de Patricia Bullrich y una noche de extrema tensión en el búnker de Parque Norte, la Unión Cívica Radical se reunirá mañana para analizar los pasos a seguir rumbo al balotaje del 19 de noviembre, en el que no participará ninguno de los candidatos en los que habían puesto sus fichas este año.
No se trata de una decisión sencilla, aunque por estas horas están más lejos de Javier Milei que de Sergio Massa.
Esa distancia se basa en lo que muchos radicales entendieron como una ofensa cuando el libertario llamó “fracasado hiperinflacionario” al ex presidente Raúl Alfonsín y también reveló que su terapia es pegarle a un muñeco con la cara del fallecido mandatario.
A eso se sumaron los dichos del líder de La Libertad Avanza de este lunes, cuando tildó de “traidores” a los radicales, al considerar que los votos que perdió Bullrich eran de la UCR pero fueron para Massa.
Acompañar al candidato de Unión por la Patria abiertamente también es una cuestión que les hace ruido a la mayoría de los radicales, aunque algunos como el propio titular del partido, Gerardo Morales, supo tener una relación cercana al ministro de Economía.
Anoche, el gobernador de Jujuy estuvo en el costado del escenario y cuando terminó de hablar la ex ministra de Seguridad se bajó sin saludarla, molesto por la influencia del ex presidente Mauricio Macri en el discurso.
El vicepresidente del partido, Martín Lousteau, estuvo en el comando de campaña pero ni siquiera se acercó al escenario.
Según pudo saber Noticias Argentinas, la UCR se reunirá mañana en el Comité Nacional de la calle Adolfo Alsina, en la ciudad de Buenos Aires.
Además de la cúpula, estarán presentes los cinco gobernadores electos este año, en medio de rumores que alimentan la posibilidad de realizar una convención.
El ex diputado y ex intendente Facundo Suárez Lastra se despegó del libertario y anticipó que no lo votará.
“No cuenten conmigo para votar a Milei, Como dijo Hipolito Yrigoyen, hay que empezar de nuevo. Lo que supere al populismo deberá ser liberal, progresista y socialdemócrata”, sostuvo Suárez Lastra en su cuenta de X, aunque no tiene injerencia en la dirección partidaria.
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