En el marco del día mundial del reciclaje, el equipo de técnicos y la juventud de Crear, espacio encabezado por el senador Lucas Fiorini, realizaron un panel de experiencias vinculadas al reciclaje y la conciencia ambiental.
El mismo contó con la presencia de Alberto Chevalier, presidente del Parque Industrial de Mar del Plata; Rubén Suárez conductor del programa televisivo “Un sueño”; y los emprendedores Guido Figliuolo de KO’OX Desde el Origen y Fernando Velázquez de Velamour.
Durante el panel, Chevalier hizo referencia al concepto de economía circular: “es un concepto económico que se relaciona con la sustentabilidad y tiene como objetivo que el valor de los productos se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible y se reduzca la generación de residuos. En definitiva es un sistema de aprovechamiento y maximización de recursos, que cambia el ciclo típico lineal de fabricación que ya ha alcanzado su límite”.
“En el Parque Industrial, el reciclaje constituye una preocupación y el objetivo es facilitar los medios adecuados para establecer la relación con la municipalidad y con otros organismos para lograr estrategias que conduzcan a aprovechar mejor los recursos”, señaló el presidente del Parque.
Asimismo, detalló cómo desde su empresa utilizan lo que se considera descarte de la industria pesquera para que, luego de un proceso de purificación y destilación, puedan producir un suplemento dietario. También hizo mención al aprovechamiento del descarte del exoesqueleto de los langostinos “que es rico en una sustancia que se llama quitina. A través de un proceso se transforma en quitosano y ese biopolímero luego se utiliza para hacer vasos, piel sintética, film; y asimismo es biodegradable y no produce contaminación porque viene de un producto ecológico”.
Finalmente, Chevalier manifestó que todo esto requiere de una inversión para hacer investigación y desarrollo de productos: “Son iniciativas privadas, y con poco apoyo del Estado. Para que estos problemas se resuelvan hay que trabajar en asociaciones público-privadas virtuosas. La conciencia está instalada y hay que empezar a ver como implementamos más acciones concretas”.
Por su parte Figliuolo coincidió con Chevalier, sobre que “nuestro sistema está colapsado; para ser sustentables tendremos que cambiar a una nueva modalidad. Lograr estos proyectos siempre es un desafío de diseño y ejecución, y más aún lograr productos de calidad. Partimos desde la base que hay que seleccionar, poner en condiciones esos materiales, para reinsertar en el sistema económico”.
Al referirse a su empresa y su misión manifestó: “nacimos de la oportunidad, le sacamos lo mejor y la transformamos en algo nuevo, formamos parte del tipo de empresas que llevarán al mundo a resolver los problemas medioambientales actuales”. Y concluyó remarcando que “necesitamos sociedades más sanas, para mejores expectativas de vida. Estamos muy enfocados en el PBI y no en mejorar condiciones de vida, el futuro que queremos ver lo tenemos que empezar a gestar”.
En el caso de Suárez, consideró que “el camino correcto es estar en contacto con la realidad, consultar a las personas con que uno se encuentra y ver de qué manera influir para modificarla. Nosotros funcionamos de vehículo, la misma comunidad es muy generosa”.
Suárez detalló la tarea que comenzaron a articular con una cooperativa que funciona en la Unidad Penitenciaria N° 15 de Batán en la que generan bloques de cemento para la construcción de módulos habitacionales para personas que viven en situaciones de extrema vulnerabilidad.
“Apareció la posibilidad de reutilizar plástico entonces empezamos a elaborar bloques en los que reemplazábamos parte del polvo de piedra por plástico triturado, y se generó un bloque de cemento más liviano, más limpio y más prolijo”, dijo y agregó: “De cada 100 bolsas de cemento, fabricamos 3000 bloques y eliminamos del ambiente 15 mil kilos de plástico”.
“Viendo la magnitud de la problemática puede parecer que estas pequeñas acciones sean mínimas frente al problema global, de la misma manera si cuidamos nuestra comunidad, asistiendo a la población más vulnerable también estamos mejorando el planeta”, manifestó.
Finalmente, Velázquez detalló que su emprendimiento comenzó en 2013 y actualmente se dedican al reciclado de bolsas de alimentos para mascotas que luego son utilizadas para producir carteras, billeteras, alfombras, bolsas de mandados, materas, organizadores, entre otros.
“Primero pensamos en hacer una bolsa con tres requisitos: que sea reciclada, resistente y agradable a la vista. Hicimos muchas pruebas y finalmente logramos dar con lo que queríamos: una bolsa con manijas que busca soportar 25 kilos”, relató.
Luego, Velázquez detalló que fue invitado por distintos organismos estatales que se interesaron en el proyecto: “fuimos aprendiendo a hacer a medida que estudiábamos la situación. Así logramos muchos productos más y lo vamos vendiendo en ferias y distintos espacios”.
“Lo hacemos para colaborar con el medio ambiente reutilizando lo que muchos desechan. Nos cuesta la comercialización porque somos sólo nosotros dos, pero vamos a seguir trabajando en esto, estamos muy conformes con lo que hacemos, y creemos que se podría crecer mucho más”, finalizó.