Destacaron que se advierten los primeros cambios de hábitos de los lobos marinos en la banquina chica del Puerto a partir de las medidas coordinadas por Consorcio Portuario Regional Mar del Plata, Universidad Nacional de Mar del Plata y Fundación Fauna Argentina.
Co estas acciones se busca evitar que interfieran con las actividades portuarias sin perder su protagonismo en esta tradicional postal de la ciudad.
Está en marcha y con avances el plan de acción compartido por el Consorcio Portuario Regional Mar del Plata, Universidad Nacional de Mar del Plata y Fundación Fauna Argentina para lograr un desplazamiento de la colonia de lobos marinos hacia sectores de la banquina chica donde no interfieran con actividades de zonas operativas y desde los que se destacan aún más como especial atractivo de este paseo turístico.
Con personal que desde este fin de semana comenzó a trabajar allí en tres turnos durante las 24 horas del día, también con barreras físicas dispuestas sobre la bandeja del frente de amarre para que los animales mantengan dentro de esa bahía un lugar de descanso, se empiezan a ver en sus hábitos los primeros cambios acordes a los objetivos perseguidos con esta iniciativa.
Siempre con la opción del espacio que disponen sobre la Escollera Sur, en cercanías de la posta de inflamables, parte de los lobos marinos empieza a adoptar como punto de encuentro el centro y extremo sudeste de la bandeja inferior de la Dársena A, siempre incorporados y parte de esta tradicional postal marplatense.
El programa de trabajo acordado por las tres instituciones contempla además un relevamiento pormenorizado de esta comunidad, con marcado e identificación individual de sus integrantes para determinar cantidad que recala en este puerto, dinámica de sus movimientos y respuesta frente a estos condicionamientos que se les imponen para que se mantengan alejados de las áreas donde se mueven trabajadores, visitantes y vehículos de transporte de cargas.
Estos animales habían ganado espacio durante los últimos dos años con importante presencia en la bandeja superior, desplegados con frecuencia y en gran número sobre la calle y sectores de estacionamiento, convertidos en un obstáculo reiterado para la operatoria logística y demás actividades de las industrias y servicios vinculadas al puerto local.
Uno de los objetivos es bloquearles el acceso a la franja oeste de la banquina chica donde se encuentran las oficinas de control de Servicio Nacional de Sanidad Animal (Senasa) y se concentra gran parte de la actividad de carga y descarga de pescado, talleres de mantenimiento y abastecimiento de insumos para las embarcaciones que allí recalan.
Lo acordado por las instituciones apunta a un reordenamiento de la distribución de estos lobos marinos en la dársena donde amarran las tradicionales lanchas amarillas de tal manera que puedan tener su lugar y cohabitar sin interferir ni representar un riesgo con quienes allí desarrollan tareas laborales o realizan paseos turísticos.
A esta primera instancia, que implica la reubicación de los animales, le siguen previsiones de trabajo a mediano y largo plazo con un plan de manejo integral y que permita mantener y afianzar la presencia de la especie en esta Banquina Chica con un seguimiento científico de sus desplazamientos y siempre como particular atracción del puerto marplatense.