Quedó inaugurada el pasado miércoles la exposición de los arquitectos Elba Sambueza Lacoste, de Necochea; María Celeste Siccardi, de Pinamar y Mario Marchelli de Mar del Plata, en el marco del Ciclo de Arte denominado “Expresiones de Arquitectos” que tiene lugar en la sede del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires Distrito IX (CAPBA DIX),
Es abierta al público en general y puede ser visitada hasta el 4 noviembre en el horario de 9 a 17 en la sede ubicada en Dorrego 1657, con entrada libre y gratuita.
Consultados sobre la relación entre el arte y la arquitectura señalaron:
“Es una relación profunda y no pueden ir separadas ya que el arte se vive desde adentro y la arquitectura se nutre de esa misma fuente. La vivencia de los espacios tanto interiores como exteriores están ligados en la sensibilidad de comunicar los sentimientos y emociones en igual forma al proyectar un espacio como al realizar una obra de arte”, expresó Elba Sambueza Lacoste.
Por su parte, María Celeste Siccardi señaló que “La arquitectura es una de las expresiones del arte y desde ese lugar la relación para mi entendimiento y forma de sentirla está intrínsecamente relacionada.
Sobre todo en el espacio físico geográfico que me corresponde actuar, construyendo en Carilo y Pinamar, Mar de las Pampas y balnearios de la zona atlántica, donde las viviendas son aisladas y deben ser concebidas como parte del paisaje, la mejor forma de entenderlas es ideándolas como verdaderas esculturas en el Bosque. De todas formas la pintura es la forma de llevar al plano una realidad tridimensional.
El arte y la arquitectura deben contener criterios de vitalidad y estética que son las bases donde deben sustentarse para ser hechos trascendentes.( conceptos de Delmonte).
Finalmente, Mario Marchelli comentó que “a través de los años, además de la arquitectura, he transitado otras actividades, que se podrían calificar de artísticas: dibujo, canto coral y lírico, teatro, narrativa y ahora….. pintura. Me preguntan por qué pinto, me pregunto, yo también, ¿por qué pinto?. Es, obviamente, una actividad muy distinta de las antes citadas. Uno va investigando en su interior, probando, qué cosas emprender en pos de la necesidad de materializar, algo de lo que siente, piensa, aspira o desea; y para eso se vale de cuanto medio surja y despierte su interés.
Cada una de aquellas actividades ha dejado su impronta y experiencias de vida que, como los melones, se han ido acomodando al andar, posibilitando valiosos contactos humanos, a ambos lados del mostrador: compañeros transitorios de ruta o circunstanciales espectadores.
Parece entonces que, en mi caso particular, pintar se reduce a expresarse, a como de lugar, con o sin destinatario final; y en el caso particular de la pintura, darle forma y color a un estado de ánimo, al amor por los míos, un recuerdo, una fantasía o lo que fuere, sin otra pretensión que satisfacer una necesidad personal. Si el resultado es más o menos valioso, estéticamente aceptable, transmite o provoca alguna sensación al eventual espectador, en buena hora, me sentiré feliz”.