Se entregaron los dos prófugos que quedaban de la presunta banda que realizó escruches entre julio de 2022 y enero de este año en Mar del Plata y habían robado millones de pesos.
Los nuevos detenidos que se entregaron por su propia voluntad en la DDI son Ricardo Soteris y Mauricio Di Norcia. Ambos llegaron a la dependencia policial acompañados de su abogado, Lautaro Resúa, quien también defiende a los otros dos imputados, Facundo Carro y Agustín Suárez, que ya habían sido detenidos.
Los primeros arrestados se negaron a declarar ayer ante el fiscal a cargo de la causa, Fernando Berlingeri.
Ahora, los nuevos acusados pasarán la noche en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán, ubicada sobre la ruta 88, para luego comparecer mañana ante el instructor judicial a fines de la indagatoria.
Algo que llama la atención de los investigadores es la vinculación de la banda con el automovilismo zonal. El primer detenido, Facundo Carro, corrió en la Clase Uno del Turismo Pista con su equipo Choury Racing Group. Mientras que Soteris, uno de los que se entregó hoy y apodado “Barqui”, obtuvo en 2018 el bicampeonato en el TC del Sudeste.
El fiscal Berlingeri y el personal de la DDI lograron identificar a los sospechosos tras un peritaje clave en distintos teléfonos celulares, en los que se recuperaron mensajes donde reconocían distintos robos.
Las pesquisas creen que la banda cometió al menos cuatro robos en los últimos seis meses en departamentos del macrocentro y de la zona de Playa Grande.
El miércoles pasado, con el aval de la Justicia de Garantías, personal policial allanó cuatro domicilios y una “cueva” financiera del macrocentro con el fin de dar con los delincuentes, pero el resultado fue negativo.
De inmediato, el fiscal Berlingeri pidió que se les dicte a los sospechosos una orden de captura internacional.
Los procedimientos tuvieron lugar en una vivienda del barrio privado “Rumenco Joven”, ubicado en avenida Jorge Newbery; en una casa en la calle French al 5300; un inmueble en San Juan al 4100; en una vivienda de la calle Laprida al 5000 y en un inmueble que actuaba como “cueva” en Catamarca al 2200.
Al arribar la Policía, ninguno de los imputados se encontraba presente y a los investigadores les llamó la atención porque el resto de la familia estaba como esperándolos.
Los investigadores creen que los ladrones se alzaron con una suma muy importante de dólares y en pesos, como así también alhajas y joyas.
Los hechos comenzaron el 28 de julio del año último en un edificio de Moreno al 3000 y unos días después, el 1 de agosto, la banda regresó al mismo lugar para cometer otro robo.
Aunque se investiga si participaron en otros casos parecidos, solo se comprobaron otros dos. El siguiente fue en Bolívar al 3500 el 13 de noviembre y el cuarto en Rodríguez Peña al 100 el pasado 20 de enero.
La metodología en todos los casos fue investigar la tenencia de dinero de las futuras víctimas y luego hacer copia de las llaves de los edificios, muchas veces engañando a otros vecinos.
Fuente: DIB