Después de cuatro desgastantes horas y con la participación desde la barra de un grupo numeroso de trabajadores municipales, se aprobó por mayoría, el estado de emergencia económico – financiera, social, educativa y en materia de seguridad en el partido de General Pueyrredon.
Los concejales de la UCR, el bloque de Agrupación Atlántica más el inesperado concejal sciolista Tarifa Balut, votaron de manera positiva en general y cada artículo en particular en que se desglosaron las distintas emergencias. En tanto los ediles de Acción Marplatense en las antípodas, se pronunciaron en lo general y particular por la negativa.
Asimismo, el Frente para la Victoria, votó en contra en lo general, y en particular se abstuvo. En lo atinente al artículo de la emergencia económica – financiera y en el resto de las emergencias optó también por la negativa.
Por su parte, el Frente Renovador se abstuvo en la votación general del expediente y al pasar al voto particular se manifestó de manera positiva en materia de emergencia en seguridad. En lo que concierne a la emergencia económica y en la social, se volvió a abstener y votó de manera negativa la emergencia educativa.
Tensa sesión y miradas intimidatorias desde la barra
Desde el inicio la sesión se dilató como suele estilarse tratándose de debates, cruces, risas, por más de cuatro horas. Si bien la coalición oficialista accedió a último momento a introducir nuevas modificaciones al proyecto declaratorio del estado de emergencia municipal, desdoblando el primer artículo, determinando en sendos artículos el carácter social, educativo y en materia de seguridad por separado.
No bastó este gesto para armonizar el debate. Pues el interbloque Acción Marplatense / Frente para la Victoria, volvería a la carga. El edil kirchnerista Daniel Rodríguez enrostraría al oficialismo que había desmontado el articulado e incluido el resguardo de los derechos de los trabajadores municipales a fuerza de presión sindical.
Por su parte, el presidente del bloque de AM Santiago Bonifatti, calificó de “mamarracho” las modificaciones operadas por el oficialismo, atribuyéndole la intención de dividir al arco opositor.
Además, insistió con que la función de tratar la emergencia es para infundir “la sensación de que la ciudad está en llamas”. También emprendió contra la auditoría del secretario de Hacienda José Cano, a la que definió como “pseudo auditoría”.
Por el bando del interbloque CAMBIEMOS, el edil radical Mario Rodríguez, rebatió las acusaciones, haciendo hincapié que “tampoco el artículo incorporado para salvaguardar derechos laborales se incluyó en el texto original de la emergencia del año 2008, y que tuvo que ser modificado el día de la sesión por la misma presión sindical”.
No obstante, aclaró que “en este caso el expediente llegó al recinto después de haber sido incorporado el artículo en cuestión en Comisiones”. Y reprochó a la primera oposición pultista, el hecho de haber dilatado la elevación del presupuesto después de cuatro meses, y finalmente sancionada a seis de su asunción.
Acto seguido, el edil renovador Alejandro Carrancio, mocionó que el proyecto se votara “en general y en particular cada artículo”, adelantando su abstención en general pero votó a favor de la emergencia en seguridad y en contra de la educativa, ya que consideró que no existe tal en la ciudad.
El debate se transformó en maratónico e interminable por más de cuatro horas, exornado por la chicanas habituales entre los ediles, donde las líneas argumentales se repitieron insistente y compulsivamente, como por acto reflejo de la verba, en una sesión solo apta para oídos masoquistas.
Foto: Frente de Noticias