Pasó un año. Derrota de Daniel Scioli. En la provincia destrozada y “asaltada”, ganó María Eugenia Vidal. Muchos analistas sugieren que quizás por esto hoy es Presidente Mauricio Macri. Un resultado nunca esperado en el territorio bonaerense. Así, tantos que antes votaron a Scioli, el exitoso únicamente para él y sus amigos, se cortan las venas por la presencia de una “derecha destructora”.
Pero analicemos ¿Quién puede tirar la primera piedra? La reciente presencia de Scioli en el programa de Mirta Legrand, despertó más que lapidarios comentarios sobre este comerciante, deportista y supuesto político. Ahí, un simple ciudadano, cuya familia fue víctima de la inseguridad, con un hijo menor que se ve obligado a disparar contra un delincuente, lo mira y le habla desde el otro lado del mostrador, el más común de los lugares, el menos escuchado. Sin más vueltas, le marcó la cancha, esa en la que jugamos y siempre perdemos la mayoría de los habitantes. Lo que pasa es que ese espacio poco importa cuando hay que buscar soluciones. Primero están los arreglos corporativos, los sapos a tragar en pos de continuar con la misma orquesta desafinada. Sapos que para ellos, después de tragarse tantos, no tienen ningún sabor, pero si lo es y muy amargo para quienes somos permanentemente canjeados en este desafortunado juego de la eternidad en los cargos. Hay pocos que tienen un espejo en el baño y cuando se miran al mismo, sirve simplemente para hacer que un pelo vaya para aquí y el otro para allá. Nunca para mirar el interior y hacer que la conciencia no tiemble en pos de seguir por la buena senda.
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Traigamos otra nota de actualidad. Los felices cazadores fotografiados con pobres víctimas de la selva. Esto es también un síntoma. Todo vale en esta otra selva más cruel. Lo que pasa es que nunca la fotografía muestra al pésimo gobernante sonriente con cualquier víctima de esta sociedad desquiciada. Aquí, los productores de imagen recomiendan una cara seria y doliente. Pero ¿en realidad, estos otros, los de esta selva, son inocentes por no apretar el gatillo?
La única defensa de Scioli, ante ese ciudadano fue “secuestramos 120.000 armas” ¿Y las otras que siguen matando? Ni siquiera le voy a permitir el “chamuyo”, le marcó esa auténtica víctima.
Lo que asombra es que Scioli siga siendo convocado. Actual vicepresidente del PJ. Notas por aquí y por allá para que hable y diga lo de siempre, ni una palabra más, ni una palabra menos. Ya que poco y aburrido era lo que decía, los bonaerenses estuvimos esperando durante 8 años sus acciones en favor de la provincia. Vaya un buen símbolo ¿Alguien se puede olvidar cuándo en plena inundación en su territorio, partió para Roma? Ni bien arribado, a pegar la vuelta. “Estuve ausente sólo 24 horas” ¿Nadie le pudo decir que partir era algo que no debía hacer en tan grave circunstancia?
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Y otra para no olvidar. En plena campaña presidencial venir de Buenos Aires a Mar del Plata, significaba entrar a una provincia cuyo “dueño” mostraba un único color. Una tortura si nos dábamos cuenta que la pintura la pagábamos todos. Pero todo era así. Los caminos, las reparticiones públicas, lo que venga, y si te descuidabas, hasta la cara te pintaban de naranja.
Total, todo salía de un mismo fondo. El que se negaba para las escuelas, para la seguridad, para la salud, para todo lo elemental.
Todas las cajas de la provincia sirvieron para un fin personal. Tarde se comenzaron a evaluar. Denuncias que todavía no muestran que cada uno de los responsables tenía un exclusivo patrón, el entonces gobernador Scioli, quien a todos designó. El jefe de Gabinete investigado, el IOMA, el IPS casi ausente ya que alguien parece que respondiera a lo que escribió La Nación el 17 de abril pasado, refiriéndose a irregularidades en el Instituto de Previsión Social de la provincia. Señala la nota que “sin embargo, Gribaudo no despotrica contra “la herencia” sciolista y hasta elogia a su antecesor Mariano Cascallares”. El escrito asimismo indica que “… Aunque no lo diga, esa defensa de su antecesor no tiene que ver sólo con su paso por el IPS. Convertido en intendente de Almirante Brown, Cascallares es un aliado de Vidal en la relación con los municipios del Frente para la Victoria”. Christian Gribaudo es el titular del IPS y pareciera que quiere ser más vidalista que Vidal. Sería una pena que María Eugenia Vidal dependiera de un triste funcionario de Scioli, devenido en intendente.
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En estas líneas se pretende mostrar la figura de Scioli, casi única por ser lo máximo del absurdo. El ejemplo fidedigno de lo que sigue siendo gran parte de la política en la Argentina. Aunque bueno es decirlo, en todos los extractos partidarios deben existir mejores referentes y entonces la sociedad toda debe reaccionar para que se sepa que no nos pueden seguir vendiendo globos.
No es el “que se vayan todos”. Es que se queden los verdaderamente confiables. Tranquilos, no se deja a nadie a nadie en la calle. Todos tienen el futuro asegurado, por lo menos en lo económico, aunque no la Argentina. Por esto es que hay que trabajar.
A.D.D
