En la danza de nombres él no era favorito para quedarse con el estrado presidencial, pero la determinación del intendente electo Carlos Arroyo, gravitó en la decisión final acompañada por la totalidad de las bancadas. Guillermo Sáenz Saralegui, tendrá por delante un mandato de dos años que lo expondrán a las arduas batallas a las que los ediles nos tienen acostumbrados, más allá de las recurrentes exhortaciones de los presidentes de turno.
“Hacer los esfuerzos más grandes para poder mejorar el anterior Concejo Deliberante”, adujo en el comienzo de una breve alocución, uno de los hombres de confianza del nuevo jefe comunal.
Asimismo, Saralegui señaló que “vamos a poder gobernar y se lograrán consensos en cada uno de los temas a tratar sin partidismo alguno”.
Por su parte, el edil atlántico, instó a dejar las rivalidades de lado “para ser compañeros y amigos” porque “pasada la rispidez de las elecciones, es hora de que nos pongamos los pantalones largos y empecemos a trabajar”.
Finalmente, reconoció que “la Presidencia del Concejo Deliberante nunca fue fácil”, remarcando que “está en el consenso de todos los ediles para que sea más fácil el trabajo y más claro para todos nosotros el llegar a las realidades que tiene la sociedad”.
Roberto Latino Rodríguez