El presidente de la UCR y senador nacional Ernesto Sanz entiende que está en marcha una metodología que depende e impulsan Cristina y Néstor Kirchner. Hay una escalada de episodios que preocupan y advierte sobre la misma.
Sanz afirmó que la UCR está en condiciones de gobernar el país, porque hay un grupo de dirigentes de la misma generación, que no le temen ni le escapan a la máxima responsabilidad del país, también por las experiencias vividas en sus turnos en el poder.
Se reunió con ruralistas de la zona y luego repasó toda la actualidad del país, en la sede del comité local. Previó a ello, Sanz mantuvo una breve entrevista exclusiva con mdphoy.com, cuya transcripción textual es la siguiente.
-Haciendo abstracción de los protagonistas. ¿Ve alguna coincidencia entre lo que le ocurrió a Macri con Ciro James y lo que le acaba de ocurrir a Lozano con Larosa?
Son cosas diferentes, que pueden tener un denominador común, que es el Gobierno operando detrás para perjudicar a dos adversarios políticos. No se crea que la lista se agote tan solo en Macri y lozano, yo fui fruto de uno de los Servicios de Operación de Inteligencia mandados por el Gobierno cuando estábamos juzgando al juez Fayonatto Márquez, el Juez Federal de Campana, yo era el fiscal acusador de ese Juez, protegido por el Gobierno. Gerardo Morales ni les cuento, operaciones brutales en su contra. Así que parece que hay un denominador común: un Gobierno intolerante con la crítica de los opositores y periodistas que no piensan como el periodismo oficialista. Intolerante con todo lo que no sea someterse a la discrecionalidad del poder central.
-Por qué, tras estos casos, no estaríamos lejos de la violencia física o material.
Esto es un tema complicado para la vida del país, porque lo que comienza con intolerancia para reconocer que existe diversidad o que hay otros que piensan diferentes, luego se transforma en violencia verbal. Después el siguiente paso son los escraches, las denuncias penales. Luego vienen las marchas en contra de…como la que vamos a tener la semana que viene. Y después de eso qué es lo que viene, un signo de interrogante muy preocupante para todos nosotros. Porque la verdad luego viene la violencia física y el país, que ha pasado por tantas, vivió momentos de violencia institucional. Ahora que todos pensamos que es una etapa superada, yo también lo creo, no se puede ni siquiera pensar en volver a vivir una cosa de esas, pero a veces veo en algunos protagonistas del gobierno actitudes tan desmedidas y tan groseras como la de Aníbal Fernández, por ejemplo, que se la pasa descalificando a todos adversario desde las 8 hasta las 20 en todos los medios, que preocupa.
-Y con Lozano durante una conferencia de prensa, lo hizo el ministro Boudou.
Lozano el único pecado que cometió, es que como legislador de la oposición, estaba investigando alguna posible conexión entre el Ministerio de Economía y una consultora privada. Hay en juego muchos millones de pesos, en materia de honorarios como el famoso canje de la deuda. Resulta que cuando Lozano estaba investigando esto, aparece un asesor de él comprometido en un episodio muy poco claro.
-¿No habría que descartar tampoco allí, una interna dentro del Ministerio?
No. Esto responde a un patrón que no tiene que ver ni siquiera con el Ministerio de Economía. Que viene desde el corazón del poder: la Presidenta y el ex Presidente. Y que tiene que ver con una concepción intolerante respecto de quien piensa diferente y en la utilización de todas las herramientas del Estado. Llámese Servicios de Inteligencia, periodistas afines, para desacreditar a adversarios.
-¿No hay un clima creciente de malestar social, que se va a reflejar también en la asamblea de Gualeguaychú y ahora con el paro del campo, que evidentemente puede producir algún tipo de desborde? ¿Cómo estamos en ese sentido?
Van a ser episodios complicados. Una sociedad que se ha ido acostumbrando al vale todo, digamos que desde el gobierno el mensaje sea de protección y parto, y de promoción de actitudes como las de D´Elía o Aníbal Fernández, de crispación y de irritación permanente, ahora no tiene autoridad para contener o disciplinar a brotes de violencia social. Lo de Gualeguaychú, por ejemplo. Si este Gobierno apostó al fallo de La Haya, lo lógico es que después del fallo lo acatemos. Porque así son las reglas del juego. No nos gustó, bueno, pero nos sometidos a ese fallo. Ahora, el Gobierno no puede desactivar el corte de Gualeguaychú, porque lo fomentó en su momento y por qué lo incitó. El Gobierno recurrió a La Haya no porque estuviera convencido, sino para patear la pelota para adelante. Entonces ahora va a tomar de su propia medicina. Creo que hay que convencer a la gente de Gualeguaychú para que levanten el corte. Pero insisto que tenemos un enemigo, que es el propio Gobierno.
-¿Podrá el radicalismo terminar con esa creencia, de que no pueden gobernar el país?
Sí, por supuesto. A mí no me molesta la pregunta. Porque es la verdad. Han ocurrido hechos en nuestra historia que a la gente la tienen intranquila en ese sentido. Pero nosotros estamos en condiciones de gobernar, estamos recuperando un partido político que es una condición primaria como para poder acceder al Gobierno nacional, estamos recuperando nuestros equipos técnicos, nuestros recursos humanos, elaborando un programa. Yo pertenezco a una generación que no le tiene miedo al poder, que ha gobernado intendencias, provincias. Mi generación de radicales está preparada para gobernar. El año que viene nos vamos a presentar con mucha competitividad, con buenos candidatos.
-¿Se teme alguna acción de violencia contra Cobos?
Un emblema de mi partido que fue el doctor Hipólito Solari Yrigoyen, primera víctima de la Triple A en el año 73. Salió a decir esto y la verdad que tiene razón al por lo menos alertar y advertir.