Política

Rodríguez Larreta en modo Pietragalla: su city tour en Mar del Plata y su visita a Aldrey Iglesias

Montenegro cumpliendo el protocolo, Rodríguez Larreta y Aldrey durante el cálido encuentro mantenido en el NH Gran Hotel Provincial.

El “City Tour” está de moda. Así lo entendieron Waldo Wolf, Fernando Iglesias, Patricia Bullrich y Elisa Carrió, que denunciaron al secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, luego de su “paseo” por la provincia de Formosa, para inspeccionar espacios donde se violan derechos humanos en el marco de las acciones para contener la pandemia de coronavirus. Otro Horacio, en este caso Rodríguez Larreta, entendió el juego y también se mandó su “City Tour”.

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El jefe de gobierno porteño anduvo por Mar del Plata de la mano del intendente Guillermo Montenegro, un viejo amigo de la gestión capitalina. Recorrieron una fábrica de cervezas, una caminata por calle Güemes, visitaron a Martín Cabrales, anduvieron repartiendo remos por el Club Náutico y visitaron a ese noble anciano conocido como Florencio Aldrey Iglesias, alguien a quien la analogía con Vito Corleone de “El padrino” ya no suena antojadiza: no hay candidato que no pase por sus oficinas para recibir el visto bueno.

“Que parezca un accidente”, habrá pensado Horacio, que es Rodríguez Larreta.

O tal vez Rodríguez Larreta entendió mal lo del “City Tour” y pensó que tenía que visitar al dueño del “Hotel City”. Vaya uno a saber, pero lo cierto es que el dirigente porteño vino a la ciudad en un indudable paso proselitista, pensando un poco anticipadamente más en la campaña de 2023 que en la de 2021. Más allá de su imagen positiva (la mejor de la política nacional, según los encuestadores), el dirigente sabe que tiene que volver su cara algo mucho más popular a nivel nacional si quiere ser Presidente.

Que haya entregado remos de los Juegos Olímpicos de la Juventud en el Náutico no es un buen augurio sobre sus expectativas a futuro. Aunque es posible que tenga un significado personal sobre su camino como figura presidenciable. Habrá que remar. Y para remar con buen destino, nada mejor que hacer migas con un gran navegante como Aldrey, quien tiene sus pies bien posicionados en Capital Federal con emprendimientos como la cadena hotelera NH o el diario La Prensa, y ha sido el Mecenas de muchos referentes de la política, de la fuerza política que sea: el poder no tiene corazón.

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¿Qué necesidad? Buenos vecinos en CABA, comparten la misma manzana. Cómo se recordará el propietario del monopólico multimedios La Capital, es la figura pública con mayor imagen negativa de la ciudad y ostenta el nada agradable mayor nivel de rechazo en la ciudadanía marplatense. El híper oficialista empresario coruñés desde la dictadura militar y un excluyente cliente de la pauta oficial y prebendaria. Es un Cristóbal López doméstico que incursiona traficando influencia desde sus medios de comunicación, desde la década del ’80.

Un negocio que montó a través de los años y no esquivó su participación en negocios de la mano de Daniel Scioli. El Hotel Hermitage fue su base de operaciones políticas y el Hotel Provincial se anexó a su cadena hotelera, a través de una concesión sumarísima, que el hoy embajador en Brasil otorgó a su amigo. Luego sería el predio de la Vieja Terminal Sur para instalar el Paseo Terminal, indebidamente denominado como Shopping Aldrey.

Allí su compañero de ruta fue el operador fue Néstor Otero, con quien se asoció en la explotación de la Terminal Norte de Ómnibus, un hombre que está incluido en la Causa de los Cuadernos y figura como arrepentido en los casos de corrupción que se investigaron durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

Aldrey Iglesias también quedó pegado por lavado de activos y aportes a la campaña “Scioli 2015”, junto a Luis “Chiche” Pelusso, cuando volcaron $US 750.000.- producto de una venta de un departamento, como quedó acreditado en el expediente de la UIF (Unidad de Investigación Financiera), cuando ejerció la titularidad el doctor Mariano Federici. Pelusso fue designado como presidente de Lotería de la Provincia de Buenos Aires. Fue señalado como uno de los testaferros del embajador argentino en Brasil.

“En uno de los aviones de Peluso, Scioli viajó con su novia Gisela Berger, a República Dominicana, en hecho escandaloso que salió publicado en las noticias de la farándula. Las nuevas pruebas contra Peluso fueron enviadas a la causa conocida como “cajas políticas de Scioli”, que tiene en La Plata la jueza de garantías Marcela Garmendia y e investiga el fiscal Álvaro Garganta”, señala el periodista Daniel Santoro.

En su informe, el periodista dio a conocer además otros puntos del andamiaje de ilícitos por lo cual Luis Alberto “Chiche” Peluso quedó bajo la lupa de la justicia: “La semana pasada se sumó a la causa un informe de la Unidad de Información Financiera (UIF), que dirigen Mariano Federici y María Eugenia Talerico, que hizo un pormenorizado análisis sobre las 9 empresas a la que está vinculado el ex funcionario sciolista. Si bien Peluso estuvo al frente de la lotería sólo 22 meses en el 2009, luego “una directora de su principal empresa, Liser, pasó luego a ser asesora del mismo organismo”.

Don Florencio, como sus festejantes lo tratan, también trabó conexión estrecha con el presidente de COARCO, Patricio Gherbi. Su empresa tuvo a su cargo por una cuestión de capacidad técnico financiera, la construcción del Shopping ubicado en las manzanas que comprenden las calles Sarmiento, Las Heras, Alberti y Garay.

 El exclusivo predio de la Provincia de Buenos Aires, que no casualmente había cedido Daniel Scioli al emprendimiento de Aldrey Iglesias. Gherbi también está comprendido entre los arrepentidos que giran en la órbita de la Causa de los Cuadernos e integra el denominado Club de la Obra Pública con participación de las obras de mayor envergadura nacional e internacional.

Florencio Aldrey Iglesias, sumó a las actividades editoriales a Néstor Otero, a quien en un pase de los negocios cruzados se quedaron con el diario El Atlántico de Mar del Plata, perteneciente al paquete que integra además el conocido canal Crónica TV en poder del Grupo Olmos, de estrecha vinculación con Antonio Caló, el secretario General de la UOM y entusiasta aplaudidor de CFK en primera fila de sus cadenas nacionales.

A través de exenciones y excepciones, Aldrey Iglesias logró construir edificios en torre frente al Parque San Martín, una zona residencial exclusiva que era protegida con un cuidadoso tratamiento ambiental. A nadie se le ocurriría levantar edificios frente al lago Nahuel Huapi o las Cataratas del Iguazú, o directamente se lo habrían prohibido.

Veterano cronista local no olvida la visita que recibió de un integrante de una Cámara Federal de Justicia, quien con impotencia explicó cómo con distintas excusas renunciaban a la causa peritos arquitectos, absteniéndose de firmar los informes respectivos. Sólo bastaría agregar el precio en miles de $US por m2 y multiplicar por decenas de pisos que tienen esos edificios de privilegiada vista al mar en cercanías del edificio donde perdió la vida Alberto Olmedo.

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El intento presidencial de Daniel Scioli frustrado en 2015, hizo bajar la caja de la pauta oficial que más que generosamente distribuía la provincia de Buenos Aires en los medios de Aldrey Iglesias, incluido el diario La Prensa cuyo edificio es casi un apéndice de los despachos del gobierno de CABA.

Aldrey Iglesias logró que sólo con una esquela y usando como trapisonda el traslado de mesas de juego artesanal para recuperar el salón Doré del Hotel Hermitage, se aprobará la instalación de un casino donde florecieron centenares de máquinas tragamonedas. Así nació el Casino del Mar en el mismo lugar donde había fracasado un shopping de playa en la Bristol.

El empresario hotelero, gastronómico, inmobiliario y artístico nunca pagó el canon y evadió la acción de ARBA. Es decir, en todos los términos un casino trucho, sin habilitación para su funcionamiento, aunque la concesionaria que lo explotaba si le pagaba por el espacio a Aldrey Iglesias.

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Esa maniobra quedó al descubierto cuando el gobierno del ex intendente Carlos Arroyo, fue a fondo con todas estas irregularidades que lo convirtieron a Don Florencio en un defraudador serial del Estado. Algo que no se compadece tampoco con el actual gobierno provincial y municipal que han optado no sólo por hacer la “vista gorda” o directamente volver hacia atrás en resoluciones que se encontraban firmes.

El entorno y armadores de campaña de Horacio Rodríguez Larreta le han sugerido darle una imagen más federal a su figura, muy encorsetada al ámbito de la Capital Federal, recorrer el país para captar el electorado. Muy probablemente deba rever la calidad de sus visitas y ser más selectivo con las mismas. A un aspirante a la presidencia de la Nación no lo favorece verse retratado con personajes de la mafia del poder.

Jorge Elías Gómez

jgomez@mdphoy.com

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