Cuando la mano estaba rara en el Minella, habían expulsado y bien a Gonzalo “Pity” Martínez, River respiró gracias a un golazo de Lucas Alario, el goleador se sacó la mufa y redondeó un gran partido. En el complemento apareció Enzo Pérez con otra gran anotación, y destrabó el cruce ante Instituto que gozó de alguna chance y no la aprovechó. Al final fue 4 a 1 que poco tuvo que ver con lo que mostraron ambos conjuntos, de esta manera el “Millonario” clasificó a octavos de final de Copa Argentina.
Los buenos momentos de Lux, la regularidad de Ponzio, las ganas de Moreira y la certeza de Alario fueron los puntos altos de un equipo que volvió a ganar en la Copa Argentina mientras intenta encontrar el funcionamiento que por el momento no encontró y a medida que pasan los partidos, solo destellos individuales de algunos de sus jugadores jerarquizados marcan la diferencia.
River probó un nuevo sistema con la misma defensa, pero con retoques en el medio y arriba. Nacho Fernández por adentro -cerca de Ponzio-, Pity por la banda zurda, Auzqui en la derecha y la doble punta Alario y Scocco. Instituto metió dos líneas de cuatro para dar batalla y cortar la ofensiva rival. Además, dos delanteros poderosos como Fernández y Castelli.
A la “Gloria” no le quedaba mucho más, ya que empezaron a entrenar hace una semana y la mayoría de los refuerzos casi que se conocieron en Mar del Plata. Debutaron de arranque Hoyos, Aguirre, Bonacorso, Goicochea y el punta Fernández.
A pesar de estas diferencias de categoría y de momentos, en la primera mitad no hubo situaciones en lo arcos. Incluso hasta tuvo más que hacer Lux que Hoyos, arquero del equipo cordobés. Para peor al equipo de Gallardo le expulsaron al Pity. El enganche quedó caliente por una patada de Mainero y lo fue a buscar de manera infantil para causarle otro problema a su equipo que jugaba mal y que debía arreglar la situación con un hombre menos.
Con ese lío andaba el “Millonario” cuando la jerarquía le resolvió parte del asunto. Nacho fue al fondo, tiró el centro atrás, Scocco distrajo y Alario tuvo la mente libre para pararla y ajusticiar a Hoyos. El gol le llegó al “Pipa” tras 10 partidos sin anotar y fue un alivio para él y para el propio River, que volvió a jugar mal.
El segundo tiempo fue con un arranque claro para la “Gloria”. Grave error de Casco, uno más y van… pase atrás que fue asistencia para Castelli que, con tiempo y espacio para definir, eligió mal y Lux la mandó al córner. Alario tuvo una y cobró; Castelli tuvo tres y no acertó ninguna. La diferencia estaba allí en poco más de 50 minutos de juego. Encima Agüero le metió un tacle alto a Moreira como en una acción de rugby y dejó con 10 a los cordobeses para que la ilusión se desmorone.
Encima Enzo Pérez hizo un golazo cuando le tocó entrar y el 2 a 0 empezó a definir todo lo que un rato antes parecía tan complicado. Lo que vino después fueron parte del detalle; el descuento de Olego, disparó y su remate se desvió en Pinola, que enojó a River y anotó dos goles más en una ráfaga: primero Maidana en palomita a la salida de un córner y luego el “cafetero” Borré.
De esta manera los orientados por Marcelo Gallardo a pesar del triunfo holgado siguen sin encontrar el funcionamiento óptimo para pensar en un elenco compacto y competitivo. Sin dudas la poca jerarquía de los rivales que hasta aquí enfrentó le facilitaron la tarea para quedarse con el pase a cuartos de final en Copa Libertadores y la clasificación a octavos en Copa Argentina.