Habrá que movilizarse reclamando justicia en los campos de juego. Sufre una ola de robos, y la metodología de las marchas de vecinos pidiendo justicia, se ajustan a esta profanación de derechos que sufre el equipo de la banda roja. Una marcha de hinchas pidiendo tener jueces competentes, ya que no es posible que el “refarato” sea dejado en manos de novatos de dudosa capacidad. Tampoco sirven las cámaras de filmación. Con estos árbitros y jueces de línea hay que incorporar tecnología urgente. No están en condiciones de garantizar e impartir justicia. No es normal, no hay que creer más en la buena fe, en que son humanos, en que deben decidir en una fracción de segundo. Deciden todo mal y siempre para el mismo lado. Hay que fumarse la de Belgrano y Boca, fue algo increíble.
Acá hay perjuicios económicos, deportivos e institucionales. No es esporádico, hasta de la forma en que se producen, no hay que descartar intencionalidad. Ya no hay que fumarse “convivimos con el error”, “me equivoqué, discúlpame” o que “Carbonero erró un penal con pelota en movimiento”. La tolerancia tiene un límite. No juguemos por nada, saquemos los arcos, no cobremos entrada, eliminemos los descensos, los ascensos, la tabla de posiciones. Es decir eliminemos todos los vestigios de seriedad, que restan, realmente muy pocos.
Ya nos robaron campeonatos Roma contra Delem (con Carlos Nai Foino como árbitro) y la mano de Gallo contra Velez, con Guillermo Nimo, dirigiendo. Fueron robos que nos costaron dos campeonatos. Fotos en un caso, y en el otro, la única persona en el estadio que no vio la volada de Gallo, fue Nimo, dos escándalos.
Ahora es sistemático, nos roban en todos los encuentros. A los delanteros y a los defensores de River le hacen cinco penales por partido, en cada pelota parada. Sin embargo con Gimnasia, con Colón y con San Lorenzo, es una cadena de errores, pero en contra. Generalmente hay una compensación, casi natural, sin intención, pero acá la balanza se desequilibra en un solo sentido: perjudicar a River.
En partidos que se definen en una jugada, con escasas situaciones para convertir, las equivocaciones con la misma tendencia, directamente te hunden, te sacan de la competencia. ¿Quién se va a hacer cargo, si River en dos o tres fechas más ya no tiene ni posibilidades matemáticas de pelear la punta? ¿Quién va poner el dinero que se pierda por la venta de entradas? Este es un problema muy serio, que entiendo ha llegado a un límite. Hay mucho en juego, inversiones millonarias, de un mercado de pases que River supo mover, como si no estuviéramos en un país donde las reglas de la economía se derriban, con un mercado paralelo de divisas y con un índice de precios trucho, único en el mundo.
Guillermo Marconi, es un desfachatado, parece el abogado Pierri defendiendo a Mangeri. Lo vi por televisión y la verdad no lo podía creer, es inconcebible que tamaño horror no se repare por lo menos reconociendo el error. De esta manera todo seguirá igual, es gratis. El costo es de River y sus hinchas, que soportan el despojo fecha tras fecha.
Ya River pagó su cuota, no es posible asumir errores ajenos. Es demasiado, dado que rompieron las equivalencias. Lo han dejado sin margen de error, son robos en cadena. Hay que pedir auxilio, la Gendarmería y la Prefectura, están ocupadas hasta el 27 de octubre.
Jorge Elías Gómez