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River, luego del ajuste, el desafío es la sintonía fina

Hace mucho tiempo que seguramente los hinchas de River, no van a la cancha dispuestos a pagar la entrada para ver a un jugador. En décadas pasadas el público iba a la cancha, veía y conocía a todos los jugadores de las divisiones inferiores. Bueno esa sensación ha despertado González Balanta, el moreno colombiano, que derrocha jerarquía y presencia, e invita a pagar la entrada.

Seguramente César Augusto Larraignée, lo formó a su imagen y semejanza, para semejante jerarquía 90 minutos fueron suficientes. Hubo que esperar que las lamentables lesiones, de inédita sucesión en los marcadores centrales, alumbrara la aparición del brillante jugador de las inferiores.

Pero hay que reparar en esos campeones sub de la Copa Libertadores de América, entre los cuales surgió González Balanta, hay en esa cantera valores que debidamente promovidos, serán los primeros eslabones de una cadena que River había perdido. Lamela y Ocampo, fueron los últimos modelos de exportación, pero no fue lo más grave. Entiendo que eso permitió la incorporación, de jugadores de dudoso nivel para la banda roja, sin que nadie se sienta menoscabado, pero es la verdad. Creo que es una gran noticia, el surgimiento de González Balanta es para disfrutar y responde al famoso paladar negro.

Con respecto al triunfo ante Racing, por momentos fue lujoso. Y es necesario destacar una coincidencia: no estuvieron Botinelli, Ponzio y Trezeguet. Fue fluido el manejo, el funcionamiento y faltó contundencia, pero demostró superioridad y fundamentalmente línea de juego, a partir de la cual se edifican triunfos y campañas excelentes. Esa etapa fue la del ajuste, elegir con precisión a cada intérprete en su lugar del campo de juego. Ahora viene la etapa de la sintonía fina, quien salga y quien entre, tendrán el libreto incorporado.

Se observan otros equipos mecanizados, estructurados, aburridos, defensivos y apostando al contragolpe. La circulación del balón, y fundamentalmente, un compacto bloque que deja pocas fisuras, dejó toda la sensación que a mitad del torneo no se ha tocado el techo y que la proyección es ascendente.

De acuerdo a ese rendimiento acoplado,  no es aventurado pensar en un futuro más promisorio. El equilibrio es fundamental, como también lo es la transición en la formación de los planteles que brindan títulos, que últimamente no sólo han escaseado, sino que nos llevaron a la peor de las experiencias, de la cual irreversiblemente se ha comenzado a salir.

Ahora habrá un reacomodamiento con el regreso del Ponzio, las salidas de Botinelli y Trezeguet. Y con actitud y aptitud se desparramarán a fondo en el Monumental ante Arsenal, con la solidez que dan las convicciones y la historia. Hay muchas razones para ser optimistas, frente a un rival que es complicado, el desafío está planteado, pero el camino es acertado.

La sintonía fina, tiene ahora ahorros en la reservas del banco, pero no hay que gastar a cuenta.

 

Jorge Elías Gómez

jgomez@mdphoy.com

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