Revolución en la maquinita

Por Mex Faliero

Tron: el legado (Tron: legacy / EE.UU. / 2010 / 125 minutos)
Dirección: Joseph Kosinski
Intérpretes: Jeff Bridges, Olivia Wilde, Michael Sheen, Garrett Hedlund, James Frain, Bruce Boxleitner, Beau Garrett, Serinda Swan, Yaya DaCosta, Amy Esterle
Sala y horario: Cinema Los Gallegos (-subtitulada- todos los días: 17:00, 19:40 y 22:20. En caso de mal tiempo también: 14:30. Sábado también: 00:50) // Cine Ambassador (-3D en castellano- todos los días: 15:00, 17:35 y 20:10) // (-3D subtiulada- todos los días: 22:45. Viernes y sábado también: 01:20)

Se van a cumplir 30 años de Tron, film que en su momento no fue un éxito demasiado importante y que hoy, tal vez por la nostalgia de los ejecutivos de Hollywood que tienen 40, tiene una continuación. No sé si alguien la pedía, pero la renovación formal que permiten las nuevas tecnologías, sin dudas, era un elemento demasiado tentador como para no hincarle el diente. Y así tenemos esta continuación, con el hijo del personaje que antes interpretaba Jeff Bridges metiéndose literalmente en un software y buscando a su padre, quien desde hace dos décadas no muestra rastro. Parece que el buen hombre volvió a ese lugar donde vivió innumerables aventuras. Aquella era una película que planteaba un territorio novedoso y fantástico, con un lenguaje excesivamente técnico para la época, aunque algo morosa desde la acción. La fluidez de la tecnología actual, con el 3D incluido, puede aportarle a esta segunda parte cierta velocidad y ritmo. Porque tal vez su analogía sobre el mundo virtual pueda resultar hoy un tanto demodé. Aunque, siempre está Bridges para salvar la ropa.

Personalidad múltiple (Possession / EE.UU. / 2009 / 86 minutos)
Dirección: Joel Bergvall, Simon Sandquist
Intérpretes: Sarah Michelle Gellar, Lee Pace, Michael Landes, Tuva Novotny, William B. Davis
Sala y horario: Cines del Paseo (todos los días: 16:10, 18:05, 20:00 y 22:00. En caso de mal tiempo también: 14:15. Sábado también: 00:00)

Remake de un film coreano, Personalidad múltiple imagina un asunto fascinante: dos hermanos sufren un accidente automovilístico y caen en coma, pero uno de ellos vuelve a la vida y comienza a creerse que es el otro. Obvio, el problema es que uno era bueno y el otro malo y de ahí la confusión: porque el que era malo ahora es bueno y quiere seguir su vida con la mujer que cree que tenía. Y ahí entra el quiebre, porque la mujer en cuestión es Sarah Michelle Gellar, actriz televisiva sin recursos para el cine que se ha empeñado en hacer una tras otra, puras porquerías fílmicas. Para más detalle, los directores son suecos, y uno conoce la frialdad de esta gente. Nadie tiene nada contra la frialdad, pero sí cuando se utiliza para un asunto como este: un disparate absoluto que debería divertir. Se espera algo de suspenso y resoluciones sorprendentes. Aunque la sorpresa sea que uno es el otro, o que uno es él mismo pero que se hace el tonto para pasarla bien.

Cosa voglio di piu (Idem / Italia / 2010 / 120 minutos)
Dirección: Silvio Soldini
Intérpretes: Alba Rohrwacher, Pierfrancesco Favino, Teresa Saponangelo, Giuseppe Battiston, Fabio Troiano
Sala y horario: Cines del Paseo (todos los días: 15:10 y 19:45)

Anna y Domenico se conocen, se atraen, se gustan, comienzan una relación. Nada complicado hasta el momento. Salvo que ambos son casados y allí comienza otra cosa. En el panorama actual del cine italiano, sacando aquellos nombres vinculados con un cine menos comercial como Bellocchio o Moretti, Silvio Soldini es uno de los directores más populares, de esos que una industria no se puede dar el lujo de desaprovechar. Y lo que hace aquí, básicamente, es contar otra vez la historia de mentiras y engaños que rondan a la infidelidad. Película que puede ser convencional pero que, sin dudas, tiene tras cámaras a un director solvente, que sabe contar sin irse del eje del cuento. Aunque, eso sí, 120 minutos parece algo mucho para una historia de este tipo. Por lo pronto, siempre es saludable que llegue a la cartelera una película que no tenga banderita norteamericana. No es que sean mejores, pero al menos aportan variedad, que es lo que importa.