La pelea para presidir el bloque de Juntos en la Cámara de Senadores de la Provincia se volvió sumamente áspera, y a pesar de contar con el tándem, integrado por Rodríguez Larreta, Diego Santilli y María Eugenia Vidal, Guillermo Montenegro no pudo, pasar por el filtro de la aprobación a Alejandro Rabinovich, quien entró en el poroteo previo. Pero lo bajaron aduciéndole inexperiencia legislativa, devaluada estructura electoral y desconocimiento del reglamento.
Mar del Plata para el PRO en el 2019 se convirtió como en La Matanza para el kirchnerismo en el 2015. Fernando Espinoza debió cargar con parte del gabinete nacional de Cristina Fernández de Kirchner derrotada por Mauricio Macri. El intendente de La Matanza Fernando Espinoza sucedió a Verónica Magario quien pasó a ocupar la vice gobernación de Axel Kicillof en la Provincia de Buenos Aires.
En 2019, poco menos de 10.000 votos permitieron a Guillermo Montenegro superar a Fernanda Raverta y acceder a la intendencia de General Pueyrredon. Se observó rápidamente como superpobló la planta de funcionarios políticos, llegando casi a triplicar la que había designado el ex intendente Carlos Arroyo, para enjugar desde 2015 el déficit de $ 1.500.000.000.- que heredó del gobierno de Gustavo Pulti, un adepto a “la contabilidad creativa y a los presupuestos tensionados”.
También llamaron la atención, entre otras, las designaciones de Alejandro Rabinovich y Mariano Mohadeb, como coordinador de gabinete y presidente del EMTUR, respectivamente.
Aunque Mohadeb desistió para pasar a ocupar en la actualidad la titularidad de la Casa de Mar del Plata a CABA. Mohadeb financió a través de la Secretaría de Medios Públicos de la Provincia, la campaña de Guillermo Montenegro con recursos públicos encubiertos en millonarias pautas oficiales de propaganda.
Con Montenegro llegaron además varios y nuevos miembros de planta política, que fueron afectados a distintas áreas municipales, entre ellas la Secretaría de Seguridad de la Municipalidad.
Desde las sombras recibió siempre las “sugerencias” de Sergio Berni, y el ministro de Seguridad de Axel Kicillof, por ejemplo, fue quien decidió el reemplazo de Darío Oroquieta. Montenegro se mueve además con funcionarios “ad honorem” una modalidad extraña en la administración pública en todos los órdenes.
Rabinovich entró por la ventana como el hombre de Montenegro, a integrar la lista de senadores por la V Sección Electoral, haciendo valer la importancia de la cantidad de votos que aporta Mar del Plata, que resultó relativa para este caso, ya que la diferencia fue licuada entre Balcarce y Tandil, que representan la cuarta parte del padrón de General Pueyrredon.
Ahora son Santilli, Larreta y Vidal quienes impulsan a Alejandro Rabinovich, a presidir nada menos que el bloque de Juntos en la Cámara de Senadores de la Provincia, lo cual provocó un rotundo rechazo de intendentes del PRO como Diego Valenzuela, Julio Garro y Néstor Grindetti.
Lo curioso es que el apoyo de Montenegro no mueve la aguja en ese nivel de decisiones, lo cual ser transformó en una “careteada” la iniciativa de Santilli, Larreta y Vidal, quienes quedaron muy expuestos y desencajados por sus ambiciones de imponer a Rabinovich, pese a los argumentos demoledores del resto de los intendentes bonaerenses del PRO.
Los argumentos que esgrimen varios integrantes del bloque para rechazar a Rabinovich se basan en su inexperiencia legislativa y en su devaluada estructura electoral. De hecho, se enfrentó en la Quinta sección al presidente de la Unión Cívica Radical de Mar del Plata y presidente del Concejo Deliberante de General Pueyrredón, Ariel Martínez Bordaisco, y perdió la interna. Montenegro jugó fuerte por la suerte de su pollo y se dirimió en las PASO.
Por esa condición ingresará a la Cámara en diciembre después de haber ocupado el tercer lugar de la lista. Su único respaldo está en el tridente porteño Larreta-Santilli-Vidal, lo que no es poca cosa teniendo en cuenta el volumen político de estos nombres. “No pueden imponernos un presidente del bloque que ni siquiera conoce el reglamento”, se quejó un legislador de larga trayectoria y advirtió que hay movimientos para dividir el bloque si esto se concreta.
La pelea interna en Juntos por ver quién se queda con la presidencia del bloque del Senado bonaerense entró hoy en su etapa más frenética, después de que un sector de la cúpula de conducción intentara imponer a Alejandro Rabinovich en ese sillón.
Este movimiento motivó, por un lado, a un grupo de senadores y senadoras a amenazar en privado con una ruptura del espacio y, por el otro, a dirigentes provinciales a buscar consensos para encontrar a otro sucesor de Roberto Costa. Como dio cuenta Letra P, Daniela Reich y Christian Gribaudo son los otros nombres que se perfilan en una estrecha lista que hasta ahora no tiene nada de consensos definitivos.
Con este nuevo esquema quedaron delimitados de manera clara al menos tres grupos y un pedido con autoridad. El tridente Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli y María Eugenia Vidal, que pide por Rabinovich, que a su vez cuenta con el respaldo político del intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro; el grupo de jefes comunales del PRO del conurbano, que se inclina por la actual senadora Daniela Reich; otra opción con bastante menos fuerza que impulsan radicales y ex peronistas que quieren posicionar en ese cargo a Joaquín de la Torre y la solicitud del tándem Jorge Macri – Daniel Angelici, por Gribaudo. Entre la variante intendentista del partido amarillo también se impone Juan Pablo Allan, espada legislativa del intendente de La Plata, Julio Garro.
Quienes conducen la alianza electoral necesitan acelerar la definición porque restan apenas diez días para el recambio de bancas y, también, por la posibilidad de que el Presupuesto 2022 que envió el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, sea tratado por la nueva conformación de la cámara. Con Costa ausente de las principales negociaciones en el Senado desde que notó que no entraría en una pelea electoral relevante a futuro, la oposición sabe que no tiene un interlocutor válido para ofrecerle al oficialismo.
Los argumentos de esgrimen varios integrantes del bloque para rechazar a Rabinovich se basan en su inexperiencia legislativa y en su devaluada estructura electoral. De hecho, se enfrentó en la Quinta sección al presidente de la Unión Cívica Radical de Mar del Plata y presidente del Concejo Deliberante de General Pueyrredón, Ariel Martínez Bordaisco, y perdió la interna.
Por esa condición ingresará a la Cámara en diciembre después de haber ocupado el tercer lugar de la lista. Su único respaldo está en el tridente porteño Larreta-Santilli-Vidal, lo que no es poca cosa teniendo en cuenta el volumen político de estos nombres. “No pueden imponernos un presidente del bloque que ni siquiera conoce el reglamento”, se quejó un legislador de larga trayectoria y advirtió que hay movimientos para dividir el bloque si esto se concreta.
La iniciativa no implica una ruptura de hecho. Es más, está en discusión solicitar cambios en el reglamento del Senado para habilitar el trabajo en interbloques, algo que, como adelantó este medio, estuvo en la agenda del radicalismo a principios de julio, cuando se entusiasmó con la irrupción de Facundo Manes en la provincia de Buenos Aires.
La Legislatura bonaerense pierde en paridad
Por su parte, Reich es propuesta principalmente por el jefe comunal de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, su esposo. Su eventual desembarco en el despacho que deja Costa podría ser visto como un triunfo del sector intendentista, en el que también pisan fuerte Néstor Grindetti (Lanús) y Garro (La Plata), este último, con una alternativa propia a través de Allan como presidente del bloque en el Senado y Fabián Perechodnik como una de las autoridades en Diputados.
El caso de Gribaudo está circunscripto al respaldo que logre cosechar el jefe comunal de Vicente López y el expresidente de Boca. Pese a la magnitud que le aporta Macri, hay cierto rechazo anticipado a su nombre en el radicalismo y en la Coalición Cívica, el espacio que conduce Elisa Carrió, acaso por el histórico enfrentamiento de la ex diputada con el operador judicial, que ya tiene conducción directa en la Cámara de Diputados con las bancas de Daniel Lipovetzky, Fernando Rovello y Andrea Bosco.
El caso de De la Torre, como en su momento el del senador Alejandro Cellillo, fue desestimado por el acuerdo de cúpulas que estableció que el bloque de la Cámara baja sería controlado por un radical, en este caso, Maximiliano Abad, y la bancada del Senado por un dirigente del PRO.
Fuente: Letra P
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