“Laura se siente mal, dolorida”, dice Gustavo Melmann mientras ve a su mujer, quizás minimizando el impacto. Ahora mismo, Laura Calampuca se sienta en una ambulancia marplatense frente a los tribunales de la ciudad costera: sufre una crisis de nervios mientras un enfermero le toma la presión. Los jueces Javier Mendoza y Esteban Viñas, a cargo de la Sala 1 de la Cámara de Apelación y Garantías, acaban de causar una herida devastadora en su familia.
En febrero de 2001, su hija Natalia, de apenas 16 años, fue hallada muerta en el bosque de Miramar bajo una pila de hojas, estrangulada con un cordón de su propia zapatilla, la ropa interior a la altura de los muslos, su mano izquierda quemada por cigarrillos.
Un año después del hecho, el Tribunal Oral Criminal N°2 de Mar del Plata condenó a reclusión perpetua a tres efectivos bonaerenses apostados en Miramar, Ricardo Suárez, Oscar Echenique y Ricardo Anselmini como los autores materiales del crimen. Hisopados realizados durante la autopsia de la joven revelaron perfiles de ADN con el semen de cinco hombres diferentes dentro de su cadáver. Dos de esos perfiles correspondían a Anselmini y Echenique; el pelo de Natalia fue encontrado en el baúl del auto de Suárez. “Privación ilegítima de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía y en concurso de dos o más personas”, fue la calificación final.
Este viernes al mediodía, 15 años después, Mendoza y Viñas decidieron otorgarles el beneficio de las salidas transitorias a los tres ex policías. “Me lo veía venir”, afirma Gustavo Melmann: “La abogada defensora, Patricia Perelló, consiguió un cambio de jueces. Pero la víctima aquí siempre es mi hija. Está en riesgo toda la población. Son femicidas, pueden volver a cometer un delito”.
La abogada Patricia Perelló, fue fuertemente repudiada al salir del tribunal por manifestantes que acompañaban a los Melmann. La decisión de la Sala 1, por otra parte, es un cambio radical. Ocho días atrás, el juez de ejecución penal Ricardo Perdichizi había denegado las salidas para Anselmini, Echenique y Suárez. No es la primera vez que ocurre: al menos Anselmini había recibido el beneficio, años atrás.
Hoy, los tres ex policías se encuentran detenidos en un pabellón especial para policías del penal de Batán, un régimen semiabierto. Las salidas transitorias representan un riesgo: sus familias se encuentran en Miramar. Los Melmann continúan viviendo en la ciudad balnearia y denunciaron durante años presuntas intimidaciones de los familiares de los asesinos condenados de Natalia.
¿En qué fundamentaron los jueces Mendoza y Viñas su decisión? Constanza Berisso, abogada querellante de los Melmann, explica: “Declararon inconstitucional el artículo 100 de la Ley de Ejecución Penal bonaerense que limita el beneficio de las salidas transitorias para condenados por delitos de integridad sexual. Evaluaron que las salidas transitorias son un instrumento para la resocialización, para integrar a los condenados a su familia. Evaluaron su buena conducta, en un pabellón de policías en donde comparten los códigos de otros internos, que estudiaron, que realizaron talleres”.
Sin embargo, asegura Berisso, “los jueces no consideraron un informe hecho por una psicóloga del Servicio Penitenciario Bonaerense que desaconseja que estos hombres reciban salidas transitorias ya que no muestran ningún arrepentimiento. Mendoza y Viñas aseguraron que el estudio no era vinculante, que no podían basarse en cuestiones psicológicas. No es que estos hombres fueron condenados por robar una panadería: fueron condenados por violar y matar en ejercicio del poder”.
La decisión de la Sala 1, anuncia la abogada, será apelada: el juez de ejecución penal del caso deberá tomar medidas para que los Melmann y los asesinos de su hija no se crucen en las calles miramarenses. La Sala 1 es tan solo un frente en la lucha de 15 años de los Melmann para obtener justicia por el brutal asesinato de su hija.
En enero último, la abogada Perelló (defendió a Carlos Monzón y fue allegada al gobierno kirchnerista), presentó un recurso de revisión de la pena ante la Sala Tercera del Tribunal de Casación provincial integrada por los jueces Carlos Natiello y Fernando Mancini. En su recurso, Perelló pidió “la suspensión de ejecución” de la pena y la “libertad provisional” de los ex policías.
La defensora aseguraba que introduciría “nuevas pruebas” y que demostraría “la inexistencia de algunos delitos objeto de la condena”, que incluso demostraría que los delitos “ni siquiera fueron perpetrados”, es decir que, por ejemplo, Natalia nunca fue violada, a pesar del semen dentro de su cuerpo y la brutal golpiza que sufrió.
Vergüenza judicial!
Aca ni aparecen los ddhh….