Las declaraciones de Cristina Fernández de Kirchner en La Plata sobre repensar el sistema de salud para integrar lo público y lo privado patearon el tablero y despertaron la crítica de las prepagas, que salieron a cuestionarla en bloque. La idea de la Vicepresidenta tuvo un antecedente en la Provincia.
Fue el titular de IOMA, Homero Giles, el que llamó en medio de la pandemia a abandonar la “perspectiva de negocio” de la salud, para imponer “un perfil más sanitario”, donde la asignación de recursos esté dada a partir de los indicadores de salud.
“No es un sistema equitativo ni solidario. No hay redistribución de recursos, hay una concentración muy importante”, había manifestado Giles a LA CIELO FM 103.5 en agosto del año pasado, y señaló que “Hay muchos intereses en juego”.
El foco que el titular de IOMA puso sobre las prácticas médicas desataron un conflicto entre la obra social más importante de la Provincia y los médicos de La Plata. Según Giles, en institutos privados que tenían convenios con IOMA se facturaban por duplicado las prestaciones, o se indicaban prácticas médicas “por las dudas”, para aumentar la facturación.
Tres meses duró el conflicto entre IOMA y la Agremiación Médica Platense (AMP), que finalizó en septiembre del año pasado con la firma de un nuevo convenio. Giles no pudo imponer su visión sanitarista y debió ceder ante la “perspectiva de negocio”.
Si hay algo en claro es que la política sanitarista no parte del impulso de Giles, sino que se gesta en lo profundo del kirchnerismo: Gollán, Kreplak y Kicillof están en la misma línea del pensamiento que plasmó Cristina Fernández de Kirchner en el Hospital de Niños.
Pese a que las prepagas acusaron al kirchnerismo de buscar “estatizar el sistema de salud”, desde la Provincia advierten que no se trata de eso, sino de mejorar la articulación de un sistema tripartito, y que se pondere la figura del paciente.
“Lo que dijo la vicepresidenta tiene mucho que ver con la realidad. En la primera ola y luego ahora en esta segunda ola hemos visto que el sistema público y privado ha funcionado articulado”, señaló la ministra de Gobierno,Teresa García.
Por su parte, Daniel Gollán descartó una estatización de la salud. “Hay tres subsectores que deben ser organizados, no es que tiene que desaparecer uno de ellos. Proponemos hacer esto en forma organizada, nada que ver con lo que se está planteando”, advirtió.
Las acciones que realizó la gestión bonaerense van de la mano con las declaraciones. A mediados de junio del año pasado, con fondos de IOMA Kicillof salió al rescate de las clínicas privadas. Desembolsó $400 millones para auxiliar a 190 centros de salud complicados económicamente.
Un año más tarde, la situación es similar. Gollán señaló que “en la provincia de Buenos Aires estamos tratando de sostener una situación complicada del sector privado, que ya venía mal por las fallas del sistema” e insistió: “no buscamos estatizar el sistema de salud”.
El respaldo de Alberto Fernández
El presidente Alberto Fernández manifestó su apoyo a la idea que surgió del seno de La Cámpora. “Tendremos que ver cómo optimizar y coordinar el funcionamiento del sistema público, las obras sociales y el sector privado”, manifestó durante un acto.
“Debemos hacer esto porque un Estado que no se preocupa por la salud de sus hombres y mujeres es un Estado que no merece existir”, agregó. Y aclaró que no se trata de estatizar, sino de optimizar el esfuerzo en conjunto.
Gonzalo Ochoa Martínez