La modificación en la ley que pone un límite a las reelecciones indefinidas no sólo dejó abierta la grieta interna en el PRO bonaerense, sino que el radicalismo reaviva la propia con posiciones encontradas ante la legislación.
Así, desde Evolución tomaron la línea de María Eugenia Vidal, la exgobernadora que junto a su tropa legislativa le marcó el “no” rotundo a modificar ni siquiera una coma de la legislación, pese a que terminó beneficiando a los “barones” del Conurbano que quería correr del medio.
Fue el diputado bonaerense de Evolución, Pablo Domenichini, quien se sumó a cuestionar la reelección indefinida de intendentes: “No queremos volver atrás, es una discusión saldada y la sociedad ya dio su veredicto”, dijo.
El legislador que ingresó este mes a la Cámara baja en representación de la Tercera sección electoral responde a Losuteau y ya dejó en claro la postura al asegurar que “es una discusión saldada y no queremos volver atrás”,
“La alternancia de los Gobiernos mejora la democracia. La reforma política significa eliminar privilegios para dar espacio a la transparencia y a la participación” y agregó que “la sociedad ya dio su veredicto en la última elección, espera algo diferente de la política”.
La interna radical se trasladó a la Provincia
Las diferencias entre los espacios que representan Martín Lousteau y Gerardo Morales, que levantaron la bandera blanca a nivel nacional se trasladó ahora a la Provincia de Buenos Aires.
En la Cámara de Diputados de la Nación la discusión llegó a tal punto que Evolución conformó su propio interbloque tras una disputa fallida con Mario Negri por la titularidad de la bancada del partido centenario.
Como señaló a Lado P el dirigente bonaerense Federico Storani, se llegó a un acuerdo y los interbloques en Nación volverán a confluir a partir de marzo del año entrante. Sin embargo, en la Legislatura bonaerense las posturas quedaron bien diferenciadas ante la posible reforma de la polémica ley.
En territorio bonaerense, la interna inició su largo capítulo desde fines de 2020 cuando se convocó a elecciones para definir la conducción del Comité Provincia, donde se enfrentaron Maximiliano Abad con el intendente Gustavo Posse (aliado de Lousteu). Finalmente, fue Abad quien se quedó con el triunfo pero las heridas no cicatrizaron del todo.
La bronca de los correligionarios
La ley que limita las reelecciones indefinidas no sólo genera un problema para los intendentes peronistas, sino también en los correligionarios de la Unión Cívica Radical, ya que son 27 los que no podrán volver a presentarse, afectados por la ley.
Esta herencia de María Eugenia Vidal, que, como dio cuenta Infocielo, nació con varias inconsistencia dado que comenzaba a contar el mandato al que accedieron en 2015, mientras que la normativa fue sancionada dos años después.
Es que entre los intendentes del radicalismo solo dos (Érica Revilla y Claudio Rossi) pudieron tomar licencia antes de llegar a los dos años del segundo periodo.
“Cuando se viola el espíritu y se buscan caminos… la renovación es importantísima, pero cuando se hace una normativa o reglamenta con baches, genera esto que vemos, situaciones que incomodan”, analizó el radical Juan José Fioramonti al respecto.
Ahora que peronistas, radicales y miembros del PRO están en un relativo acuerdo por la inviabilidad de la ley tal y como está planteada, y para no esperar las idas y vueltas de la Justicia, la Legislatura bonaerense se convierte en el escenario del debate final y definitivo.
“No veo otra opción que no sea pasar por la Legislatura, porque si no empiezan a parecer estas alternativas de licencias antes de los dos años y eso no está bien”, analizó el intendente de Balcarce, Esteban Reino.
El problema será llegar a coordinar y definir posturas entre quieren eliminar la ley y dejarla como un mal recuerdo del pasado, quienes quieren corregir el polémico artículo 7 que genera estas diferencias y quienes no quieren tocar ni una coma del articulado.