Cuando se cumplen 48 horas la situación de ha tornado crítica, debido a que la ciudad se halla con considerable cantidad de turistas y no se repuso aún de las consecuencias que produjo el meteoro del viernes. La acumulación de residuos domiciliarios vuelve más difícil la salida, en una encrucijada donde intervienen distintos factores y protagonistas, camioneros, vigilancia en el predio de disposición final y los recicladores que trabajan en el lugar.
En una reunión que se celebraba ya cerca de la medianoche de hoy sábado, se buscaban puntos de acuerdo que permitieran destrabar la situación y comenzar de inmediato con la normalización del servicio, aunque quedaba la sensación que un verdadero laberinto de intereses en pugna no permitía el avance de las negociaciones.
Cabe traer a colación que el servicio de higiene urbana se vio afectado en reiteradas oportunidades durante este año por diversos conflictos, que respondieron a falta de seguridad y reclamos gremiales.
De esta manera los paros llevados adelante por los recolectores de residuos se alternaron con los bloqueos realizados por el grupo de recicladores informales del playón y las medidas de fuerza de los trabajadores municipales que realizan tareas en el predio de disposición final.
La recolección es un tema de salud pública. Es insólito que veinte, quizás treinta? recicladores pongan en jaque a una ciudad de 700000 habitantes.