La crisis económica y social que atraviesa al país impacta de lleno al Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que verá un ajuste importante en su presupuesto para la 38ª edición que se realizará del 2 al 12 de noviembre próximo. El recorte presupuestario alcanza -entre otras cuestiones- a la cantidad de salas de exhibición y la reducción de personal contratado, que será reemplazado por cargos cubiertos ad honorem.
Según informó la web Funcinema.com.ar, desde el Gobierno nacional le bajaron la orden al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), organizadora del certamen internacional, de que contrate sólo el 40% del recurso humano externo al Instituto que contrataba habitualmente. Por lo tanto, el trabajo de voluntariado hecho con personal contratado de Mar del Plata (algunos con más de diez años de experiencia en su tarea) ha sido reemplazado por personal ad honorem por medio de un convenio alcanzado con la Tecnicatura Universitaria en Comunicación Audiovisual (TUCA) de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
De esta manera, salvo puestos técnicos específicos como los proyectoristas, los cargos serán cubiertos con alumnos y egresados de la Tecnicatura que recibirán a cambio un certificado por la tarea realizada. Esto es, personal que recepciona a la prensa, encargados de acompañar a los invitados, coordinadores de actividades especiales y en las salas de proyección, entre otros asuntos. Se habla, aproximadamente, de unas 80 personas que trabajarían seis horas por día.
Estos asuntos fueron comunicados a los interesados durante una reunión realizada en la sede de ADUM (Roca 3857) y convocada por la Secretaría de Extensión FAUD a través de las redes sociales. Bajo el título de “Reunión informativa convenio UNMDP – INCAA”, participaron organizadores del Festival de Mar del Plata, representantes de la TUCA y de la Universidad.
Además de las tareas que tendrán que hacer quienes se sumen como voluntarios ad honorem (y que tendrán que aprender en dos encuentros virtuales que se realizarán antes del certamen, para el que faltan menos de dos meses), quienes participaron de la reunión se interiorizaron sobre los problemas que atraviesa el Festival de Mar del Plata y de la necesidad de buscarle una solución a la falta de recursos para no perder la categoría A que ostenta desde hace años.
Por ejemplo, hasta el momento el 38° Festival de Mar del Plata cuenta sólo como escenarios disponibles con la Sala Piazzolla y el cine móvil del INCAA. Durante el Festival se realizarán funciones en el Espacio INCAA, aunque no estarían relacionadas con la programación oficial. Se habla de una muestra de cine francés aportada por la Alianza Francesa.
El Teatro Colón, inmerso en la propia crisis que enfrenta la Municipalidad de General Pueyrredon con la intención por parte del Ejecutivo de absorber el Ente de Cultura a manos del Ente de Turismo, se encuentra sin los requisitos técnicos indispensables y se espera que el INCAA pueda equiparlo adecuadamente para noviembre.
En cuanto al resto de las salas del circuito comercial, se convocó a una licitación y la oferta más atractiva para el Instituto fue la del Paseo Aldrey (falta todo el papeleo administrativo), por lo que este año el Festival se proyectaría en las seis salas del cine ubicado en el shopping de la Vieja Terminal, pero no en las salas del centro como Cinema Los Gallegos, Paseo Diagonal o Cine Ambassador, sedes habituales del encuentro marplatense.
Estas complicaciones sin dudas repercutirán en la programación del Festival, que tendrá que ser más acotada que en anteriores ocasiones. Un poco era de esperar teniendo en cuenta la inflación acelerada que atraviesa el país este año, y que complica indudablemente -entre otros gastos- el pago de derechos de exhibición pautado en dólares o euros.
A menos de dos meses para que se realice el 38° Festival, y teniendo en cuenta las dimensiones organizativas del certamen, la situación parece demasiado improvisada, complicando aún más lo que la propia crisis socioeconómica genera.
Fuente: www.funcinema.com.ar
