De cara a una posible diáspora producto de las preferencias de algunos jefes distritales por ofertas electorales tan disímiles como encontradas, el radicalismo bonaerense se encamina a un encuentro cumbre el próximo 2 de marzo. Ese día, en el predio de la Sociedad Rural de Olavarría, se reunirá la Convención provincial con la premisa de fijar la política de alianzas que se dará el centenario partido en la Provincia.
El mitin radical promete alcanzar alto voltaje y la previa a la movida también viene picante. Es que llegar a imponer condiciones en la Convención requiere de acuerdos entre varios sectores internos de la vida partidaria y parte de esas alianzas que se habían anudado el año pasado para la frustrada interna de junio, están en crisis.
Uno de los dato clave tiene que ver con aquél acuerdo que habían suscripto el Morena de Ricardo Alfonsín y el sector de Gustavo Posse y que le permitió al alfonsinismo quedarse con la conducción del Comité Provincia. Pero en ese reparto interno, el possismo había logrado el compromiso de sus socios de presidir la Convención y ése es uno de los problemas: como Posse se muestra muy cercano a Mauricio Macri y pretende que se autorice al partido a una amplia política de cierres electorales, ese acuerdo entró en crisis.
SECTORES AFINES
“Ya hablamos con Posse y le dijimos que nuestro sector va a plantear en la Convención acuerdos con sectores afines, con fuerzas de centroizquierda como el Frente Amplio Progresista”, le dijo a este diario uno de los principales dirigentes del alfonsinismo.
Y añadió: “Pretender un amplio acuerdo electoral para enfrentar al kirchnerismo como el que fogonea Posse es inviable. Primero, porque nos podría pasar lo que le ocurrió a Capriles (el candidato a la presidencia de Venezuela que unió a toda la oposición a Hugo Chávez pero aún así fue derrotado con claridad). Pero además, porque creemos que es más conveniente para la oposición que se dé un escenario parecido a 2009, con el gobierno enfrentando a un armado de centroderecha y a otro de centroizquierda ya que los opositores podríamos obtener más legisladores nacionales”, acotó.
Pero además, pesa el recuerdo bien fresco de la fallida alianza con Francisco De Narváez. “El electorado radical rechazó ese cierre y tampoco se bancaría uno con el macrismo”, añaden en el Morena.
El alfonsinismo niega que el acuerdo interno con Posse esté concluido y admite que están en plenas conversaciones para que la sangre no llegue al río. De todas maneras avisan que “tenemos muchos dirigentes capaces de presidir la Convención”.
“Acá lo importante es que el radicalismo de la Provincia deje en claro que va hacia un acuerdo electoral con partidos progresistas”, afirmaron.
Pero la posición de Posse no es solitaria: hay dirigentes territoriales e incluso legisladores provinciales, que están convencidos de que hay que ir hacia un acuerdo con Macri.
Hay otro dato político fuerte de ese posible distanciamiento. El Morena construyó supremacía en el partido mediante el cierre con Posse. Si la fractura entre los dos sectores se produce, el alfonsinismo deberá ir en busca de pactos con otras líneas de la vida interna partidaria para imponer el candidato a presidente de la Convención y su idea de avanzar hacia un frente con el FAP.
EL OTRO FRENTE
Las tensiones entre el Morena y Posse y del intendente de San Isidro con otros sectores internos, no es el único aspecto de conflicto que se cierne sobre la Convención. Por caso, el comportamiento del sector que lidera Leopoldo Moreau es motivo de diversas especulaciones.
Por compartir algunas de las acciones del gobierno nacional, el histórico dirigente radical es ubicado cerca de las posiciones del kirchnerismo por sus detractores. Pero los convencionales del Modeso irían decididos a plantear una posición particular: que el radicalismo concurra solo a las elecciones legislativas con la histórica Lista 3.
En el escenario de las incógnitas, muchos radicales anotan el posible comportamiento de los convencionales que responden a algunos intendentes y dirigentes territoriales que han compartido contactos con el peronista Sergio Massa. El intendente de Tigre viene amagando con enfrentar al kirchnerismo y algunos alcaldes verían con agrado una posible confluencia con el ex jefe de Gabinete nacional en una lista bonaerense.
Mario Meoni (Junín), Héctor Gutiérrez (Pergamino) y algunos dirigentes y legisladores provinciales se reunieron con Massa, contactos que quizás terminen en un cierre electoral si es que Massa saca los pies del amplio plato kirchnerista.
En medio de ese panorama que exhibe posiciones contrapuestas, los radicales buscan por estas horas sumar voluntades en procura de definir en qué vereda estará el partido en la crucial cita electoral de este año.
El otro desafío será contener a quienes sean derrotados en la Convención para evitar que la diáspora se cristalice, un escenario que complicaría sobremanera a la UCR a la hora de la negociación de un acuerdo con otras fuerzas.
Ya lo anticiparon dirigentes bonaerenses del Frente Amplio Progresista. “Una cosa es acordar con todo el radicalismo y otra muy distinta cerrar con un pedazo del partido. Depende de cómo vengan serán los espacios que se les cederá en las listas”, advirtieron desde el sector que lidera Hermes Binner.
Con el FAP
El alfonsinismo irá a la Convención bonaerense